Capitulo 43: Una verdadera despedida

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Casa Belova - sábado - Una semana para el casamiento

- ¡Por favor Yelena! Ábreme - Kate le suplicaba a través de la puerta del baño.

- Nop - Yelena aprovechaba para cambiarse - No te puedes controlar... Bien...Pues te quedas ahí adentro entonces - La fotógrafa no dejaba de reír.

- Eran sólo unos besos, unas caricias, unos mimos – se defendió

- Kate... ¿llamas mimos a que me despierte con tu boca prácticamente succionando y mordiendo uno de mis pezones? - La artista pudo escuchar como su novia golpeaba la frente contra la puerta ante la mención de su anatomía.

- ¡Auch! - Se ve que le había dolido el golpe - Eran sólo caricias para despertarte. No tenía intenciones de desobedecerte - Yelena le había dejado muy en claro que la quería bien lejos de sus partes íntimas, al menos hasta que ella lo dijera – En serio, no buscaba nada más, lo juro - la rubia pudo sentir los besos que seguramente su novia le dio a sus dedos como parte del juramento.

- ¿Lo juras por la coca Light? - Preguntó

- Si - fue la respuesta inmediata de la pelinegra

-¿Lo juras por Jessica Larsson? - probó con una de sus debilidades.

- Sip - no sonó tan convincente

-¿Lo juras por Michael Jordan? - Yelena de apoco adentraba en terrenos que sabía que su novia no iba a poder traspasar - ¿Lo juras por Michael Jordan? - Volvió a preguntar ante el silencio de su chica.

- Eeeee... si - un corto y dudoso si.

- ¿Lo juras por mi? - Y con esta respuesta se iba a decidir el destino de la pelinegra. Silencio absoluto. Kate murmuraba algo que la rubia no pudo distinguir - No te oigo - le dijo

- Es mentira - dijo Kate para que se escuchara claramente

- Necesito más información cariño - como le gustaba a la rubia jugar con su pelinegra.

- Es mentira que solo tenías esas intenciones - completó.

- ¿Y cuales eran tus intenciones amor? - ya lo sabía pero le gustaba escucharlo.

- Quería hacerte el amor otra vez - se podía imaginar perfectamente la clase de pucheros que estaba haciendo su chica dentro del baño.

Lo cierto es que la rubia, aprovechando que su hija se había ido a Los Angeles con su padre, tenía planeado adelantar el mayor trabajo posible, ayudar a sus amigas con los ajustes finales de la boda y organizar la despedida de soltera de Natasha.

El problema fue que Yelena, se olvidó de que su novia era Kate "la bestia" Bishop y que la pelinegra tenia sus propios planes ante la ausencia de Beth, que básicamente consistieron en "bautizar" todos los rincones de la casa, según palabras de la deportista.

La cocina, mesadas, silla y sillones de la sala, la mesita de alrededor de los sillones, bañaderas, duchas, y todo potencial lugar que Kate o hasta a veces ella misma consideraban pausible de tener sexo.

El único lugar prohibido era la habitación de Beth. Es más, ni la cocinita de Gamora se salvó, y esta última fue idea de la fotógrafa. Para lamento de su novia, a la artista no le quedó otra que recurrir a encerrarla en el baño. Tarde o temprano tenía que organizar todo para la fiesta de despedida de la noche.

- Nos vemos esta noche, Natti va a venir a abrirte, ya le mande un mensaje - Yelena espero la respuesta de su novia que nunca vino - Amor... - la fotógrafa se acercó a la puerta del baño - Bebé... ¿Estás bien? – le preguntó sin recibir respuesta - ¿Tienes un chichón en la cabeza? - se mordía el labio para contener la risa.

Cuando, donde y como el amor quieraWhere stories live. Discover now