Capitulo 25: El efecto Belova

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Departamento de Yelena - Sábado por la mañana

Yelena abría sus ojos de repente. No había podido dormir más de dos horas de corrido, se despertaba, daba vueltas en su cama y miraba el maldito reloj que a cada rato parecía burlarse de ella. Y la rubia sabía porque le pasaba eso. No había podido sacarse a Kate de la cabeza.

Cuando llegó de la comisaría, Tony y Pepper le dijeron que la pelinegra estaba en con su hija, y a Yelena le volvió el alma al cuerpo, fue a la habitación y ahí estaba durmiendo prácticamente aferrada a la más pequeña. ¿Se acuerdan cuando en una de las películas de Superman se está cayendo un avión y el súper héroe tiene que tratar de frenarla con todas sus fuerzas? Bueno exactamente la misma fuerza tuvo que hacer Yelena para evitar que su propio cuerpo fuera hasta la cama de su hija agarrara la pelinegra y se la llevara su propia habitación. Pero se frenó, primero por lo adorable que se veían las dos juntas y segundo porque había un ejército de seis hipopótamos infectados defendiéndolas, era prácticamente imposible lograrlo.

Ahora ya estaba despierta - Vamos Yelena, vamos tienes que decirle la verdad - la rubia se trataba de dar ánimos a ella misma. El tiempo que no pudo dormir se la pasó pensando en como contarle a su novia que fue victima involuntaria de un acoso. - Solo te paras frente a ella, la miras a los ojos y le dices "Kate te estuve siguiendo... ¿Por qué?" Seguramente va a preguntar ella haciendo esos pucheros que hace para que te den ganas de comerle la boca a besos. ¡Yelena! Tienes que concentrarte - dio una palmadita en la cara.

- A mi más bien me dan ganas de desnudarla, hace mucho que no nos muestra sus cuadraditos - decía Wanda nostálgicamente mientras caminaba y se sentaba en la cama de su amiga.

- ¡Wanda! ¿Qué haces aquí? - Preguntó curiosa la rubia - ¿Natasha y tu saben que tienen casa propia cierto? - esta pregunta no era broma, Yelena estaba empezando a sospecha que la pareja ya no tenía donde vivir.

- Era tarde anoche y nos quedamos aquí - explicó como si nada - Además Natti dijo que quería estar presente cuando le contaras a Kate lo de anoche - Yelena se tapaba la cabeza con la almohada. Natasha también sabía que esto no tenía buen final - ¿Tu también piensas que es mala idea invitar a mi boda a Julia y sus amigas? - preguntaba la bailarina refiriéndose a las detenidas que conocieron en la celda la noche anterior.

- ¿Qué voy a hacer Wanda? - Ignoró la pregunta - A Kate no le va a gustar nada que la haya seguido. ¿Cómo se lo voy a decir?" Kate, cariño, bebé... rompí la promesa, mentí, no confié en ti" Si claro le digo eso y me quedo soltera antes de poder terminar de explicarle.

- Yel - agarró las manos de su amiga - tal vez tengas que probar confiando en ella a partir de ahora - intentó de hacerla razonar.

- Tu no entiendes Wanda yo...

- ¿Tu crees que yo no pasé lo mismo con Natt? Interrumpió la escusa de su amiga - Cuando Natti empezó a trabajar en el estudio, no había pasado ni una semana y ya había dos tipos que querían tener algo con ella.

- ¿Qué hiciste? - De ser por Yelena ella ya hubiera mandado a instalar cámaras de vigilancia por toda la oficina.

- Cuando me lo contó me puse como loca. Me enojé con ella y me fui a dar clases. Cuando volví y la vi durmiendo en el sillón esperándome, supe que esa era mi Natti y de nadie más - suspiró la pelirroja - Sólo lo supe. Cuesta pero hay que tratarlo, por tu bien y por el de ambas como pareja - terminó de contar sacándole una sonrisa a la otra chica - Deberíamos ir a la cocina, esas dos juntas con Beth no puede ser nada bueno.

La rubia se bajo de la cama - ¡Listo! Decidido. Voy a hablar con Kate. Le voy a contar y de ahora en más... confianza - concluyó apretando el puño y luego entró al baño para al ratito volver a salir - Pero por las dudas me voy a tener que desnudar antes de decírselo, probablemente así no preste atención a mis palabras - se dijo y se metió a la ducha le esperaba un largo día.

Cuando, donde y como el amor quieraKde žijí příběhy. Začni objevovat