Capítulo 6

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Salí de mi trabajo tarareando una canción y desvíe mi mirada al parque en que siempre veía a Leonardo. Insegura me dirigí allí y vi a mi amigo al reves sobre su patineta, con los pies arriba en el aire y las manos en la tabla. Cuando me vio alzo una mano y la agito para rápidamente volver a bajarla y pararse correctamente en su tabla. Patino en mi dirección y hizo un pequeño salto sobre un cono frenando frente a mí persona.

—Hola chica llamada Tulipán que es tímida conmigo porque cuando me conoció sin querer me dio un beso.

—Si sigues diciendo que te di un beso nunca dejaré de tener timidez a tu lado—comente apenada.

—Bueno, me esforzaré por no hacerlo.

—¿Cómo hiciste ese truco sin caerte? —cuestione intrigada.

—Todo se basa en equilibrio a—respondió y comenzo a dar vueltas a mi alrededor con su patineta—. También debo ponerme una camiseta que me quede exacta al cuerpo y meterla por detro de mi pantalón, así no se me ve nada. A eso añade fortaleza.

Asentí pensativa y él dio un salto quedando su patineta de lado y el parado sin tambalear en ella.

—Eres asombroso —dije impresionada.

Leonardo sonrió y se bajo de su patineta dejando un pie sobre ella.

—¿Quieres...?

—Sí —afirmé interrumpiendolo.

Él alzo las cejas y solto una rísita.

—No he terminado la pregunta.

—Ibas a preguntarme si quería subir, ¿verdad?

—Sí —respondió riendo—. Pero, ¿y si te iba a preguntar si querías que te diera un beso?

—Te dije que dejarás ese tema —reproche apenada.

—Es divertido hacerte sonrojar —mencionó risueño y me dio su patineta—. Eres una chica muy dulce y noble.

—Lo sé, mi madre me educo bien, Leonardo.

—Dime Leo.

—Solo si me dices Tuli.

—Trato —expresó amistoso— Sube a la patineta.

—¿Me aguantarás si vez que me tambaleo? —pregunte preocupada. Tenía miedo.

Leonardo asintió y yo puse un pie arriba de su patineta, lo miré con miedo y luego de mirar la patineta subí el otro pie. Empecé a tambalear un poco, pero extendí mis brazos como en el Titanic... Leonardo DiCaprio. Reí al recordar que ese era el nombre del chico frente a mí y trate de calmarme.

—Confianza Tuli, confianza —susurre para mí misma—. El miedo al fracaso es tu enemigo porque te retiene de intentar cosas en las que podrías terminar siendo muy buena.

—Muy bien Tuli, así se habla —concordó Leonardo e empujo un poco la patineta con su pie.

Nuevamente volví a tambalear, pero esta vez mucho más. En un instante no pude mantener el equilibrio y al sentir que caía atrás me vi mentalmente en el piso, cosa que no paso. Leonardo aguanto mi mano y me halo a él provocando que ahora terminará por milésima vez en menos de un mes con mi cuerpo cerca del suyo. Mi respiración mezclándose con la suya, nuestras miradas conectadas y nuestras narices rozandose. Por poco no nos habíamos besado.

Al verme tan cerca di un brinco atrás bajando de la patineta y me aleje de aquel instrumento del mal, manteniendo distancia de su dueño. Seguro estaba incómodo y pensaba como apartarme.

—Lo siento, no quise invadir tu espacio personal —murmure apenada y agache la cabeza roja como tomate—. Sinceramente soy la reina de la torpeza. Siempre termino en el piso y si te juntas conmigo podrías sufrir los efectos del daño que cause.

—Está bien —dijo Leonardo y carraspeo su garganta regalándome una sonrisa—. A los amigos les acepta con todo y sus imperfecciones.

Amigos. Dibuje una pequeña sonrisa en mi rostro y susurre un gracias. Leonardo DiCaprio nego y me ofreció volver a intentar patinar otro día. Esa propuesta no me convencía pero... Era una persona no muy difícil de convencer.

Reina de la torpezaWhere stories live. Discover now