Capítulo 18

45 7 12
                                    

Bajé mi vista a la patineta bajo mis pies y con cuidado me impulse, intenté volver a impulsarme, y lo logré sin caer. Una pequeña victoria. Seguí impulsándome ansiosa de sorprender a Leonardo y cogí un poco más de velocidad rumbo a la pista de patinaje. Al ver a Leo impulsarse por un medio tubo y dar una vuelta de ciento ochenta grados en el aire me quedé boquiabierta, yo apenas no me caía. Iba a hacer el ridículo.

Avergonzada y decepcionada de mí misma me propuse parar, mas recién en ese momento me di cuenta de que no tenía idea de como frenar. Mis ojos se abrieron y mi corazón comenzó a latir con fuerza por el miedo. Iba directo a chocar con gran un medio tubo. Horrorizada tapé mi cara con ambas manos y grité esperando lo inevitable.

—¡Tulipán!

Ese era Leonardo.

—¡Tuli! ¡Mírame! ¡Tienes que frenar!

—¡No sé como! —grité asustada y lo busqué con la mirada.

Él patinaba rápidamente hasta a mí y al alcanzarme se pusó a mi lado claramente preocupado.

—Tengo miedo Leo.

—Escúchame —pidió serio—. Sin presionar, coloca el pie trasero contra el suelo, por delante de los tornillos posteriores de la tabla. El contacto de la suela de tu zapato contra el suelo hará que frenes. Deja que la planta del pie se arrastre por el suelo, y apóyala cada vez más fuerte para ir frenando. Una frenada fuerte dañaría la suela. ¿Me entiendes?

—¡No! —exclamé asustada.

—Entonces salta.

—Pero eso es una locura—comenté alterada. Casi que le gritaba.

Él suspiró frustrado y colocó un pie sobre mi tabla, ubicando luego el otro también sobre ella, y dejando su tabla avanzar sola. Al principio tambaleamos en mi tabla pero luego se estabilizó y Leo hizó lo que yo no supe; freno.

Le miré fijamente a los ojos con la respiración agitada por el susto y él acarició suavemente una de mis mejillas sonriéndome con calma.

—Todo paso, estás entera Tuli.

—Casi muero —susurré llevando una mano a mi pecho y bajé de mi patineta—. He pasado un buen susto. Pensé que chocaría con el medio tubo y moriría.

Oí una pequeña risa por parte de Leonardo y le acribille con la mirada.

—Vete a buscar a Roberto.

—¡Cierto! ¡Roberto! —exclamó.

Sonreí al ver a Leonardo corriendo atrás de su patineta y suspiré aliviada de seguir viva. Mi interés amoroso regreso corriendo con la patineta en manos y yo arquee una ceja.

—¿Por qué no me dijiste que patinar era peligroso?

—Cuando aprendes es divertido —defendió asintiendo varias veces.

—No sé ni frenar —recordé avergonzada y cogí mi patineta abrazándola contra mi pecho—. Ni puedo hacer un ollie... Me siento ridícula. Renuncio a esto.

—Tuli no renuncies. Si siempre renuncias no puedes avanzar.

Fruncí mi rostro y tiré mi patineta al suelo con fuerza; Leonardo solo me observó con expresión neutra.

—Estás enojada, lo entiendo —aseguró con tono calmado.

—Soy patética —murmuré enojada, pero no con Leo sino conmigo misma.

—No lo eres. Ten muy arriba esa autoestima Tulipán, porque eres fantástica y preciosa.

—No me hagas montarme de nuevo en una patineta, no quiero pasar vergüenza —pedí muy seria.

—Vale, como quieras —accedió cansado y me dio una mirada de comprensión—. Te quiero, ¿vale?

Asentí lentamente sitiento las llamadas mariposas en la barriga. "Te quiero", esa era una palabra grande para las pocas citas que llevábamos. Yo no creía quererle todavía, simplemente me gustaba.

—¿Quieres que salgamos a algún lado? —cuestionó Leonardo.

—Sí, me apatece despejar —respondí y agarré su mano—. ¿Podré reembolzar mi patineta?

—Yo te la compró, quiero regalarle una a mi primita.

Sonreí un poco más dándole mi patineta y él me devolvió la sonrisa caminando a mi lado. Primero guardó las patinetas en su casa y luego se fue conmigo.

N/a
Un half-pipe o medio tubo es una estructura en forma de U usada, generalmente, en la práctica de deportes extremos, como el skateboard ("monopatinaje"), el patinaje, el snowboard, BMX u otros tipos de bicicletas.

Gracias a mi fiel amigo google por la información.

Capítulo dedicado a Hye1999 que siempre está pendiente de las actuaciones.

Reina de la torpezaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt