Capítulo 25

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Detuve el vídeo que veía sobre como ganar dinero siendo youtuber y apunté notas en una libreta. Me detuve a pensar y después seguí escribiendo. Era un poco complicado, pero no imposible.

Di un pequeño brinco al sentir un beso en mi mejilla y giré mi cabeza atrás aliviandome al ver quien era el culpable.

—Leo no me asustes. Llega de frente y no por detrás del banco, así te veo y no me preocupo.

—Perdona, quería sorprenderte —expresó sincero y rodeó el banco para sentarse a mi lado—. Te veías concentrada.

—Estaba investigando mi nuevo negocio —enuncié y le mostré mi libreta de notas—. Pensaba si subir el vídeo donde me caí por las escaleras.

—Las personas se reirán de tu torpreza.

—Por eso lo digo, las personas buscan algo que les haga reír en sus aburridas vidas —expliqué pensativa—. Creo que sería bueno aprovechar mi torpeza y usarla. Al final ser la reina de la torpeza me servirá.

—Bueno, pareces animada.

—Lo estoy —afirmé sonriendo—. Me ilusiona pensar que puedo ganar dinero usando mi torpeza.

—No parece tan mala idea. Yo te apoyaré en lo que haga falta.

—Gracias Leo —dije feliz y le abracé—. Necesito que me enseñes a frenar.

...

—Vas bien Tuli, ahora has lo que te enseñé.

Puse mi pie en el suelo y dejé que la suela de mi tenis sirviera de freno, poco a poco la patineta bajo mis pies disminuyo la velocidad hasta parar completamente.

—Lo logré —murmuré incrédula.

Di un brinco de alegría y cuando mis pies estaban de nuevo sobre la tabla tambalee hasta caerme sentada en el piso, sin embargo reí y miré a Leonardo que me grababa con mi teléfono. Por primera vez en mi vida me alegraba caer y ser torpe.

—Bueno, así se frena y se hace una buena caída —informé poniéndome de pie y fijé mi mirada en mi teléfono—. Suscribanse para más vídeos divertidos como esté, hasta pronto.

—Ahora debes aprender a doblar —comentó Leonardo dándome mi teléfono—. Por suerte doblar es fácil. Luego te enseñaré a hacer un ollie.

—Me parece bien —aseguré animadamente y guardé mi teléfono en mi bolso—. Como hemos terminado podemos salir juntos.

—¿Te apetece ver una peli?

Sonreí como respuesta y entrelace mi brazo a el de mi novio.

...

—Pensé que la película sería en el cine, pero honestamente me gusta más que sea en tu casa, se siente acogedor y cálido —mencione recorriendo con la vista el lugar.

Leonardo asintió y eligió una película de humor con romance. Yo observé a mi novio con una sonrisa y me acerqué a él para robarle palomitas.

—Ahora también eres roba palomitas —comentó Leo con tono divertido y pusó su brazo sobre mi hombro—. Cada vez se alarga más mi saludo.

—Chica albina con ojos rojos, pelo blanco, que no engorda, roba besos, es torpe y quita palomitas —dije rápidamente y sonreí orgullosa de mi buena memoria—. Y tú, chico amistoso que ama patinar y es experto en ello, también le pone nombres a sus patinetas y las cuida muchísimo. Además, que no me deja irme de su vida y me quiere mucho.

—Me conoces muy bien, pero te equivocaste en algo. Yo no te quiero, yo te amo.

—Leo...

—Lo sé —afirmó él—. Amar es una palabra que asusta. Sé que me quieres, pero no hasta el punto de amarme, no te culpo, yo te quise primero, por eso te ame antes. Sin embargo, no me rendiré contigo y esperaré con paciencia hasta que me ames.

—Te quiero mucho Leo. De seguro te amaré —expresé sincera.

Volví mi vista al televisor, toqué play a la película y sonreí. Leonardo era definitivamente un chico digno de mi amor.

Reina de la torpezaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang