2. Primer recorrido

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Toqué la puerta de la oficina del capitán Thitiwat y tras un amable "adelante", ingresé

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Toqué la puerta de la oficina del capitán Thitiwat y tras un amable "adelante", ingresé. Frente a mí, tras el escritorio, estaba un hombre que rondaba los treinta años, era alto, serio, tenía el ceño ligeramente fruncido a pesar de estar sonriéndome, eso lo hacía lucir interesante y enigmático. Era un maduro muy apetecible y bajo su uniforme se notaba que estaba en muy buena forma. Cualquiera estaría gustoso de comerse ese platillo.

Me di cuenta que a pesar de su seriedad no le pasó desapercibida la manera en que iba vestido. No me había detenido a pensar en que por ser el primer día al menos debería lucir formal, así que opté por unos vaqueros rasgados y muy ceñidos a mi cuerpo, una camiseta blanca casi translucida, un poco de bálsamo labial, y unas botas de combate sin atar. Todos eran hombres en el lugar, así que no me preocupó la manera de vestir, pero cuando me di cuenta de la mirada del capitán clavada en mi pecho —donde mis pezones se marcaban bajo la camiseta— caí en cuenta de que quizá no era el único chico gay en el cuerpo de bomberos, además, más de un hetero había caído rendido a mis encantos alguna vez, así que eso no era problema.

Nunca he ocultado mi manera de ser, en cualquier lugar siempre soy el mismo, sexy, moderadamente atrevido, muy consciente de lo que tengo y hace babear a los hombres, mi trasero que siempre se roba las miradas y me gusta lucirlo. Y aquel día no iba a ser la excepción ¿no?

El alto hombre rodeó el escritorio para poder saludarme.

—Encantado de conocerte Gun. Es un gusto tenerte en esta unidad. Recibí muy buenas referencias tuyas —me dijo estrechando mi mano con su vista fija en mis labios y luego descaradamente hizo un escaneo de todo mi cuerpo—. He visto tu expediente y estoy muy contento de tenerte en mi equipo.

«En realidad estoy acostumbrado a que me miren así, no puedo negar que me gusta sentirme deseado. No soy la última maravilla del universo pero deseable estoy y se explotar muy bien mis encantos, claro en ese entonces era descuidado, por eso Fluke me llamaba "descarado" y aun lo hace...

Me gustaba tener el cabello largo, porque era muy agradable dejar que me cayera sobre el rostro y luego peinármelo con los dedos para hacerme una media coleta alta mientras todos los ojos se posaban en mí. Eso, no sé porque les gustaba a los chicos, además de mis labios carnosos y muy rojitos; pero mi trasero es de infarto, sobre todo cuando uso vaqueros estretch y es lo que más llama la atención, desde siempre.»

Aunque el capitán intentó disimular, sus ojos lo delataron.

—Muchas gracias señor Thitiwat. —respondí con la mejor de mis sonrisas.

—Sólo Ohm —corrigió— y trátame de tú, aquí seremos compañeros, aunque sea el jefe. Y puedes decirme jefe, capitán o simplemente Ohm cuando te dirijas a mí.

—Claro, Ohm. —Respondí— Y gracias. Espero poner en práctica todo lo aprendido.

—Ya lo creo que lo harás, Gun... Has tenido muy buenas marcas físicas. Has superado a muchos de los que se presentaban. Te mereces el puesto, pero recurre a mi si tienes algún problema con tus nuevos compañeros, puede que alguno te haga sentir incómodo. ¿Está bien?

—Gracias y tranquilo, Ohm, llevo años lidiando con comentarios maliciosos —él asintió sabiendo que entendía que estaba hablando de mi opción sexual.

—Muy bien, entonces. Bienvenido.

Todo estaba saliendo bien. Mis resultados en las pruebas demostraron a todos —incluso a mi propio hermano, que también fue aspirante y no entró— que yo era muy capaz, con todo y mi enorme trasero, del cual siempre se burlaba diciendo que me impediría entrar por una ventana o correr rápido para a apagar un incendio.

Ohm me hizo un recorrido por las instalaciones y en la parte donde estaban los camiones, motobombas y maquinaria fue justamente donde mis ojos empezaron a ver al verdadero cuerpo de bomberos.

Uno de mis compañeros llevaba la camisa atada a la cintura y todo su torso estaba desnudo, cuando me dirigió la mirada. Creo que yo empecé a babear en ese momento. Se llamaba Mond según me dijo Ohm y estaba para comer y llevar. Me miraba con esos preciosos ojos que me hacían estremecer el cuerpo.

—¡Hola! —saludó Mond, con una bonita sonrisa, pero mis ojos sólo querían recorrer su cuerpo bien formado, sudoroso, sexy, bien depilado y sin un gramo de grasa.

—Hola. —respondí al pasar junto a él, con otra sonrisa.

Muchas veces Fluke y Arm me acusaron de haber entrado a la escuela para ser bombero por los hombres y claro, no puedo negarlo era una de las razones, siempre me ponía muy cachondo pensar en bomberos, pero en realidad siempre quise ser uno, desde niño quise realizar una labor importante para la sociedad. Claro el hecho de que hubiera hombres sexys rondándome todo el tiempo era un plus muy estimulante.

Ohm y yo continuamos el recorrido por el gimnasio, el comedor y la cocina. Mientras me explicaba todo acerca de las guardias, el tiempo que pasaría libre —que podía usarlo en las instalaciones, gimnasio, taller, biblioteca, sala de televisión, etc.— y las tareas de mantenimiento de los equipos y por supuesto las capacitaciones o entrenamientos.

—Espero que no te aburras mucho.

—Está bien Ohm creo que no me voy a aburrir. —respondí mirando a mi alrededor a todos esos bomberos uniformados, con unos cuerpos de infarto.

—Bueno, te hartarás de ver siempre lo mismo, durante veinticuatro horas seguidas. —me dijo justo cuando pasaba junto a nosotros uno de los bomberos más altos con unos músculos increíbles.

—No lo creo —respondí a secas, cuando por dentro estaba gritando como una perra desquiciada.

Al final de nuestro recorrido, llegamos a los dormitorios. Bueno uno solo, en el cual habían como veinte literas.

¿Dormiré aquí? Pregunté para mis adentros.

—Estas camas son ocupadas alternadamente por unos y otros, en función de si han salido a un servicio o están en un retén.

—¿No tenemos asignada cama propia?

—No, usamos la cama que quede libre en cada turno. —Los casilleros estaban junto a las camas, por lo que era obvio que también debíamos cambiarnos juntos— En la parte de arriba hay otro baño, puedes usarlo si te sientes incómodo aquí, pero no tiene ducha.

—No, no quiero privilegios Ohm...

—Bueno, está bien Gun. Que tengas un buen servicio. —Añadió estrechando mi mano—. Ya sabes dónde encontrarme —dio una nueva ojeada a mis pezones.

Me quedé solo frente a mi casillero y de inmediato me empecé a quitar la ropa para vestirme oficialmente como bombero. Me miré al espejo ya con el uniforme, y casi se me escapan las lágrimas cuando pensé que por fin uno de mis sueños se había vuelto real. 

𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Fuego en el corazón - OffGun 🔥 (+18) - HP8Where stories live. Discover now