10. Visita sorpresiva

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Salí del edificio y aunque mi primer pensamiento fue pasar por la parroquia viendo a mis amigos, desistí de la idea y cambié de ruta

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Salí del edificio y aunque mi primer pensamiento fue pasar por la parroquia viendo a mis amigos, desistí de la idea y cambié de ruta. Mientras caminaba, lentamente, los recuerdos de mis días de descanso volvieron a mi cabeza.

«Después de que Mew se marchara, no pude dejar de pensar en nuestro encuentro, pero a la vez, mi deseo de tener a Off se hacía más intenso. Aquella tarde después de darme un baño, me acosté en la cama, llevé una mano a mi pecho desnudo y empecé a pellizcar mis pezones, la otra mano la dirigí hasta mi polla y comprobé que estaba chorreando así que comencé a fantasear con Off y en cómo sería estar rodeado de sus potentes brazos, sentir su pelvis pegada a la mía y cómo se empujaba dentro de mí. Logré correrme entre las sábanas imaginando cómo debía ser follar con ese hombre precioso. Luego, de camino al gimnasio, iba pensando en algún plan para provocarlo y conseguir tenerlo entre mis piernas. ¡Joder, estaba definitivamente loco! ¡No tenía remedio! Pero valía totalmente la pena si podía tener cerca al verdadero Off Jumpol.»

No había tenido el valor de ver ni hablar con mis amigos en dos días, y apenas iba entrando a la estación, lo primero que vii fue a dos hombres vestidos con camisas blancas, parados frente a la puerta principal, buscando algo o alguien.

Cuando me acerqué un poco más no tuve dudas, eran Arm y Fluke.

—Hola chicos ¿Qué hacen aquí?

—Bendito Dios, Gun, ¿te atreves a preguntar eso? —inmediatamente Arm me regaña.

—¡Donde te habías metido! —grita escandalosamente Fluke y me pega un puño en el brazo, claro que ni lo sentí, pero fingí dolor.

—Auch, Flukie, no seas tan tosco.

Los tres reímos e inmediatamente noté que varios de mis compañeros se asomaban para echar una ojeada hacia donde nos encontrábamos.

—¿No podías haberte puesto algo de ropa? —Arm barrió su mirada de pies a cabeza por todo mi cuerpo, deteniéndose en mis piernas.

Como hacía demasiado calor y después de todo apenas entrara a la estación debía usar mi uniforme, opté por ponerme unas mallas cortas de licra y una camisa celeste que casi la cubría, pero a pesar de eso, mi culo se marcaba a la perfección bajo ella.

—Arm déjalo en paz, ya sabes que siempre tiene una respuesta para todo. —Fluke intercedió, antes de que Arm me soltara todo un discurso, acerca de la dignidad, el pudor y todo un rollo que ya me había cansado de escuchar, pero que al final no aplicaba a mi vida— Mejor pregúntale por qué nos ha estado evadiendo.

—Traicionero, ¿y piensas ser sacerdote? —le fruncí el ceño.

Ya quita esa cara y dinos qu-

—¿Por qué no llevas sotana?

—Gun~

—¿En serio ratoncito, no podemos dejar el sermón para después? —le batí las pestañas— prometo que esta noche me pasaré por la parroquia.

—Pero-

—Gun —Fluke interrumpió mi conversación con Arm— creo que estamos llamando la atención.

Muchos de los bomberos, de todas las guardias, se estaban dando cita alrededor de uno de los camiones que estaba estacionado cerca de la entrada. Realmente me encantaban esas miradas lascivas que me dedicaban, porque sabía que me estaban mirando, pero en esa ocasión también estaban mirando a mis amigos.

La belleza sobria y delicada de Arm era difícil de ignorar, sobre todo cuando vestía de forma casual, nadie podía imaginarse que fuera un sacerdote, primero porque era muy joven, apenas tenía veintitrés años, y segundo porque su porte, su manera de caminar, su sonrisa resplandeciente y sus ojos cálidos lo hacían lucir como un buen partido, tenía muchos pretendientes y muchas chicas lloraron por él cuando se ordenó de sacerdote siendo tan joven. Pero según sus propias palabras, nunca se ha arrepentido de haber tomado esa decisión, él amaba la vida, servir al prójimo y su fe, más que nada. Casi lo mismo pensaba Fluke y cuando nos contó que quería seguir los pasos de Arm, ambos nos sorprendimos mucho. Siempre pensamos que Flukie sería un artista, era un excelente pintor, tomaba unas fotografías espectaculares, cantaba como un verdadero ángel y nunca dejaba de bailar, reír, saltar y jugar como si fuera un niño. Fluke era realmente tierno, con mucha vitalidad y además poseedor de un rostro hermoso, realmente angelical.

—Ey Gun, ¿no nos presentas? —los chicos comenzaron a silbar y reír mientras hacían comentarios sobre lo buenos que estaban mis amigos.

Los ojos de Arm se hicieron tan grandes como huevos duros, tomó el crucifijo de su cuello y creo que comenzó a rezar. Fluke por su parte, empezó a saludar con la mano a la distancia, sin dejar de sonreír.

—¿Nos das un recorrido, puedes? —pidió Fluke. No había visto a ninguno de los bomberos recibir visita en el poco tiempo que llevaba en la estación, pero no veía que fuera un problema.

—No sé si esté permitido, pero vayamos con el capitán, quizá sea el mismo quien les dé un recorrido. —les dije, y guié a mis amigos al interior de la estación.

Justo cuando estaba por golpear la puerta de la oficina del capitán, el teniente Tawan, salió de la suya.

—Gun, te reincorporas temprano hoy. —el teniente me saludó con una venia.

—Sí, me caí de la cama. —bromeé.

—Pues está muy bien eso. —Sonrió— Si buscas a Ohm, está atendiendo una llamada importante justo ahora. Pero dime a mí en que puedo ayudarte.

—Ellos son mis amigos, Arm y Fluke —los señalé a ambos y ellos saludaron al teniente— vinieron a verme y me preguntaba si puedo darles un recorrido por la estación, antes de entrar a mi guardia.

—Sin problema, solo cuídalos de los lobos. Eso sería lo más peligroso del reciento —bromeó mientras se alejaba.

Los tres agradecimos al agradable hombre e iniciamos el recorrido. Fluke no dejaba de dar brincos por todos lados, realmente parecía un niño de cinco años en vez de un joven seminarista de veintiuno. Y Arm, no dejaba de persignarse cada que veía un bombero sin camiseta caminando como si nada por las instalaciones de la estación.

Nuestra última parada el patio de los camiones, el lugar que cambiaría todo. 

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Fuego en el corazón - OffGun 🔥 (+18) - HP8Kde žijí příběhy. Začni objevovat