12. Incendio

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Salí de las duchas y continuaba perdido en mis pensamientos, aun no asimilaba las palabras que Arm nos dijo a Fluke y a mí la noche anterior y el eco de su voz retumbaba en mi mente

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Salí de las duchas y continuaba perdido en mis pensamientos, aun no asimilaba las palabras que Arm nos dijo a Fluke y a mí la noche anterior y el eco de su voz retumbaba en mi mente. Además de nunca haberle oído decir aquellas cosas, jamás había visto que actuara de una manera tan frenética y atolondrada. Me sentía asustado porque estaba viendo un lado de mi amigo que jamás imaginé ver. Su confesión de alguna manera me hacía sentir culpable.

Mientras me ponía la camiseta, con el rabillo del ojo observé a Oab tomar algo de su casillero y salir a toda prisa, él había estado evitando hablarme desde que un día le grité porque me preguntó cuándo volverían a visitarme mis amigos.

Los últimos días no sólo Arm había estado distraído, sino que yo también lo estaba, tanto así que incluso —bañándonos juntos— había perdido la oportunidad de acercarme a Off. Justamente dos días antes tuvimos una tarde tranquila, no hubo salidas y hasta podría decirse que fue una de las tardes más aburridas que pasé desde mi llegada a la estación. Decidí darme un baño antes de comer algo y acostarme, entonces observé a mis compañeros pasearse por todos lados luciendo sus pectorales al desnudo. Ya habían perdido la vergüenza, mi presencia no les incomodaba, así que incluso se paseaban como Adán en el paraíso —completamente desnudos— luego de salir de las regaderas.

La mayoría lucía un cuerpo fantástico y como buenos bomberos llevaban la manguera incluida y Dios santo... ¡Qué mangueras se cargaban! Normalmente andaría babeando por ellos, pero esa tarde algo raro estaba sucediéndome.

—Gun, iremos a la cocina. —Mond me dijo, mientras salía de la habitación con cinco de nuestros compañeros.

—Luego de bañarme los alcanzo —respondí y entré a las regaderas.

Off estaba bañándose en ese momento y cuando me vio entrar, completamente desnudo, sus ojos viajaron sin pudor por todo mi cuerpo. Algo alegraba su vista porque sonreía curioso y sonrojado sin quitarle la vista... a mi polla. Siempre me gustó lucirme y exhibirme delante de todos, pero esa vez... realmente algo malo sucedía conmigo.

Off no me quitaba la mirada de encima. No hablaba, pero no había necesidad de que lo hiciera porque su mirada y su lenguaje corporal me decían mucho más de lo que en ese momento quería saber. Mientras me bañaba y enjabonaba toda mi anatomía, él no dejaba de acariciar su polla, supongo que de no haber estado tan distraído en ese momento habríamos terminando follando. Estábamos completamente solos en el baño y en la habitación. Pero NO. Terminé de bañarme y salí del baño. Apenas y sequé mi cuerpo, me puse una camiseta y unos boxer y bajé a la cocina por algo de comer. Luego volví al dormitorio, ocupé mi litera y me quedé dormido.

A la mañana siguiente, no tenía ganas de abrir los ojos, oí los murmullos de mis compañeros mientras se preparaban para un nuevo día de guardia y cuando finalmente no se oyeron más voces, me levanté y ni siquiera me había percatado que Off se estaba cambiando justo a mi lado. Definitivamente no era yo. Cuando ambos terminamos de vestirnos la sirena sonó poniéndonos en total alerta. En ese momento y percatándome de la tierna sonrisa de mi compañero, hubiera preferido que no sonara, así podríamos haber pasado un tiempo juntos.

Off y yo nos miramos por unos segundos —directamente a los ojos— y luego salimos a toda prisa del dormitorio. Cuando llegamos junto a nuestro equipo, tomamos nuestros implementos y subimos a nuestro camión. Al parecer era algo grande, puesto que más camiones —que no pertenecían a la guardia— salieron también.

Con las sirenas a tope, seguimos a los otros camiones, recorriendo las calles cercanas a la estación. En esa ocasión me tocaba turno con Oab y Off. El teniente Tawan que también iba con nosotros, nos daba algunos alcances acerca del siniestro. En todo el tiempo que llevaba en la compañía, era la primera vez que apagaría un incendio de tal magnitud.

—El incendio es de los grandes, afecta a un pequeño bosque cercano que se une al nuevo albergue. Debemos evitar que el fuego se propague y alcance las viviendas cercanas. —Las palabras del teniente, las escuche como un pitido.

—Es la iglesia Gun —me dice de pronto Oab tomando mis manos— y se ha extendido hasta el bosque. La ayuda de Suwut está en camino.

Algo en mi interior pareció congelarse en ese momento. Mis amigos estaban ahí, los niños y sus padres en el albergue de la parroquia. Tantas vidas en peligro. Quería gritar y soltarme a llorar, pero para días como ese me habían entrenado. No podía dejar que el miedo y la desesperación invadieran mi ser, debía estar calmado para salvar todas las personas y vidas posibles.

—¿Estás bien Gun? —Off tomó mis mejillas y me habló mirándome a los ojos, sacándome por completo del trance en el que me encontraba.

—Lo estoy... ¡Vamos!

Nos bajamos del camión y Oab, amablemente, me ayudó a arreglarme el traje. El siempre tímido pelirrojo ni siquiera me miró mientras lo hacía, pero sentí que estaba muy tenso y hasta asustado. Off, por su parte estaba preparando las mangueras, listo para entrar en acción.

Eché una mirada a todos lados y vi algunos compañeros cubriendo con mantas a los niños que habían sido rescatados, otros manejaban sus mangueras, disparando fuertes chorros de agua directamente al fuego; pero no lograba ver a mis amigos por ningún lado. El área del bosque estaba siendo controlada por el equipo del teniente Tawan, había muchas personas y muchos bomberos ayudando, moviéndose por todos lados. ¿En qué momento habían llegado? No podía detenerme a pensarlo, pero tampoco podía evitarlo y si no hacía algo de inmediato, sentía que iba a entrar en pánico.

De pronto, Off apuntó su manguera hacia el lado del albergue y vi en ese momento que se unía a él una mujer alta y muy bonita, hacían un gran equipo. El capitán Ohm apareció junto a Oab y a mí, indicándonos que lo acompañáramos al interior de la iglesia, más allá en el área de la parroquia donde estaban las habitaciones, porque había personas atrapadas.

Oab y yo nos miramos con temor invadiendo cada terminación nerviosa de nuestros cuerpos y rápidamente seguimos al capitán.

Nos fuimos alternando la manguera —entre los tres— para sofocar las llamas y fue Oab quien finalmente logró entrar por una de las pequeñas ventanas de la celda.

El fuego cesó en esa parte, pero algunos escombros cayeron y bloquearon la puerta y la ventana por la cual Oab había ingresado.

—Ve por algunos hombres Gun —ordenó el capitán Ohm— y traigan sus hachas.

Volvía sobre mis pasos, no sin antes preguntar a Oab si todo estaba bien pero no escuché su voz.

—¿Gunnie?... ¡Gunnie... 

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ

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Fuego en el corazón - OffGun 🔥 (+18) - HP8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora