9. Un polvo antológico

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La polla de Mew era preciosa, en un abrir y cerrar de ojos, ya me encontraba arrodillado en el suelo de mi salón, comiéndosela

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La polla de Mew era preciosa, en un abrir y cerrar de ojos, ya me encontraba arrodillado en el suelo de mi salón, comiéndosela. Mew se limitó a cerrar los ojos sintiendo los placeres de mi boca y de mi lengua.

Pasaron unos cuantos minutos, en los que disfruté de ese tronco, no dejaba de lamer y de meterlo en mi boca y cuando me di cuenta, Mew me había levantado en sus brazos y caminaba hacia mi habitación.

Rápidamente se quitó la camisa, mostrándome su fornido cuerpo desnudo y yo me saqué la camiseta quedando igualmente desnudo ante él.

—¡Joder, Gun! —me dijo, acariciando mis pezones y haciendo que me estremeciera de placer.

Me puso de a cuatro sobre mi cama y sin más preparación que un escupitajo contra mi culito me metió su enorme polla de una sola estocada.

Apenas un quejido —más placentero que de dolor— salió de mi boca y él agarró mis caderas y empezó a follarme con todas las ganas, yo solo podía disfrutar sintiendo esa erguida polla llenándome por completo, mientras sus manos acariciaban mis pezones.

En la habitación sólo se podían escuchar nuestras respiraciones agitadas y nuestros cuerpos chocando entre sí. Unos cuantos minutos después, entre gemidos y jadeos, Mew consiguió hacerme ver las estrellas con sus embestidas cada vez más enérgicas, hasta el punto de hacerme pensar que podría partirme en dos, tuve que sostenerme del cabecero de la cama sintiendo como me llenaba las entrañas magistralmente, y sin poder contenerme más me corrí de forma brutal, sintiendo un orgasmo intermitente que se iba multiplicando cada vez que su polla entraba en lo más profundo de mi orificio.

—¡Sí, Mew, sí! —grité entre convulsiones.

Apenas dos minutos después de caricias y placentero mete y saca que me revolvía todo en el interior y me hacía sentir malditamente caliente, Mew dejó mi culo sin su polla y cuando iba a protestar, me dio la vuelta, dejándome tumbado con la espalda contra el colchón y con un ronco grito se corrió sobre mí, dejando mi cuerpo cubierto de sudor y semen, sin dejar de mirarme con fuego inyectado en su mirada, como si el incendio en ellos fuera imposible de apagar. Innumerables chorros cayeron sobre mi cuerpo y salpicaron hasta mi boca, yo, pude saborear su esencia con gustoso.

—¡Ohh, Gun, Dios! —dijo él con su polla agarrada por la base escupiendo los últimos chorros sobre mi sudoroso cuerpo.

En poco rato, volvimos a hacerlo y fue tan o más maravilloso como la primera, segunda y hasta tercera vez. Mew era insaciable, y yo estaba condenadamente encantado con ese hombre.

Nos quedamos dormidos, abrazados, pero incluso después de haber follado tantas veces, me parecía increíble estar completamente desnudo abrazando a Mew, sintiendo como sus potentes brazos de bombero fornido y guapísimo, me rodeaban.

Unas horas después, me desperté antes que él y salí de la cama, sin dejar de degustar la vista con ese magnífico cuerpo que yacía en mi cama "en verdad me había follado ese magnífico espécimen". No resistí la tentación y acaricié suavemente su polla flácida pero que me había hecho ver las estrellas varias veces, y finalmente me dirigí a la cocina y empecé a preparar el desayuno.

Fuego en el corazón - OffGun 🔥 (+18) - HP8Where stories live. Discover now