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HP.8
Novato, sexy y muy cachondo, Gun Atthaphan ha conseguido su primer empleo dentro de la compañía de bomberos de su ciudad. Él quiere apagar el fuego que le quema las entrañas, pero no precisamente haciendo uso de las bombas de agua q...
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Off empujó su lengua contra mi boca, llenándome de satisfacción. Se sentía deliciosa y perfectamente bien, más aun cuando empujó su cuerpo entero contra el mío, aprisionándome contra la puerta. Era una sensación bastante aterradora pero emocionante. El beso fue lento, pero intenso, Off gimió y yo estaba a punto de derretirme en sus brazos, todo mi cuerpo se llenó de una energía desbordante que no sabía cómo interpretar y mi corazón no dejaba de latir enloquecido.
"¿Qué me está sucediendo?" , me preguntaba asustado, cuando Off cortó nuestro beso.
—Quiero que sepas lo mucho que me gustas Gun, déjame demostrártelo. Deja que te haga el amor —dijo— Me enamoré de ti desde la primera vez que te vi en una de las pruebas de aspirantes, mucho antes de que fueras destacado a nuestra unidad, y cada día que pasa el sentimiento que albergo en mi corazón, no hace más que intensificarse. Me enamoré de ti, Gun. —terminó por decir, rozando su nariz contra la mía en un gesto que yo empezaba a amar.
—Y eso no es todo, Off —respondí entre suspiros— Al parecer también hiciste que yo me enamorara de ti. ¿Cómo? No lo sé, pero esto que siento en mi corazón no puede significar otra cosa. Me gustas, te quiero y deseo que siempre permanezcamos juntos.
Off tomó mis mejillas y me besó, haciéndome gemir de gusto. Cerré los ojos disfrutándolo y no dudé en separar los labios dejando que su lengua se colara y buscara a la mía dentro de mi boca. Había algo embriagador en la manera en que nuestras lenguas se frotaban, el sabor era delicioso.
El beso fue haciéndose más intenso, pequeños mordiscos se escapaban por momentos, enviando un montón de corrientes eléctricas por todo mi cuerpo.
—Joder, Gun. Te deseo tanto. —Susurró extasiado y casi sin aliento—. Necesito hacerte el amor...
—Entonces hazlo Off... por favor, hazlo. —supliqué.
Él suspiró y se enderezó, luego me guió hacia la habitación, entre besos calientes y necesitados. Cuando llegamos al borde de la cama, me empujó suavemente dejándome tendido sobre las cobijas y luego se quitó la camiseta, antes de acomodarse sobre mí.
Eso se sentía demasiado bien.
Off se dedicó a besar cada parte mi cuerpo reconociéndolo como suyo y entre caricias y palabras dulces terminó de despojarnos —a ambos— de las pocas prendas que llevábamos encima. Sentir nuestras pieles tocándose entre sí, haciendo fricción era uno de los momentos más alucinantes que podía experimentar. No estaba haciendo nada malo, no estaba ocultándome, no, no estaba teniendo uno de esos encuentros furtivos a los que había estado acostumbrándome. Estaba disfrutando cada segundo el estar con la persona que deseaba y quería y eso me ponía muy feliz.
»Off se alejó un poco de mí, lo suficiente para encender la lámpara y tomar el lubricante de la mesita de noche y empezó a prepararme con mucho cuidado, preguntando en todo momento si me sentía bien. Con una mano, deslizaba sus dedos en el interior de mi canal y con la otra tomaba mi erección, masajeándola suavemente, a un ritmo que resultaba demasiado estimulante.
