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HP.8
Novato, sexy y muy cachondo, Gun Atthaphan ha conseguido su primer empleo dentro de la compañía de bomberos de su ciudad. Él quiere apagar el fuego que le quema las entrañas, pero no precisamente haciendo uso de las bombas de agua q...
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Aquel día, cuando visitó la estación de bomberos junto a Fluke, todo cambió, y a partir de entonces, cada día había sido diferente al anterior.
Arm se levantó aquel día como de costumbre, antes del amanecer, para dar gracias a Dios por todas las bendiciones que estaba recibiendo, y también para pedirle con el corazón angustiado que cuidara de su novio en todo momento, mientras no estuvieran juntos, sobre todo cuando Oab, tenía que quedarse en la estación de bomberos por alguna emergencia.
El despertador de Oab estaba a punto de sonar en la mesita de noche junto a su cama, así que se apresuró a presionar el botón para desactivarlo. Hizo ejercicio, —ser un sacerdote lo había vuelto un poco perezoso, pero si quería lograr lo que tenía en mente, debía ejercitar más, eso le había aconsejado Fluke cuando le entregó, por escrito, el régimen alimenticio y de ejercicios que debía seguir—. Preparó el desayuno y se dio un baño, listo para empezar un nuevo día.
Sentía que, a comparación de días anteriores, estaba más animado, con mucha más energía y eso no solo se lo debía a los dichosos ejercicios de la rutina, sino también a las sesiones privadas que Oab dirigía cada noche en la comodidad de su dormitorio. No iba a quejarse por aquello, había pasado tiempo y al menos esa rutina, estaba más que superada y es que vivir la experiencia de las primeras veces junto a su bombero pelirrojo, no era algo de lo que se fuera a arrepentir nunca.
Oab era su alma gemela, y los días juntos, eran una verdadera bendición para él. Nunca antes, desde que se ordenó como sacerdote, se había detenido a pensar que necesitaba en su vida a más personas que no fueran Fluke y Gun, pero fue cuando conoció a Oab que por fin pudo sentir que lo tenía todo.
La sonrisa que mantenía en su rostro desde la noche anterior, no era más que el recordatorio de que no estaba equivocado.
«—Estoy completamente agotado —dijo— ¿Cómo es posible que una fiesta, pueda ser tan agotadora?
Dejó caer todo el peso de su cuerpo sobre la cama.
—Verás cariño, en realidad no lo fue, pero tú, te la tomaste como propia. Creo que nunca te había visto ejercitar tanto, corriendo de un lado a otro.
—Es que no podía quedarme sentado, después de todo era el matrimonio de Fluke... —Se puso de pie, se acercó a Oab, que estaba de espaldas a él terminando de quitársela ropa.
—Sí, bueno... —Sonrió, cuando Arm lo abrazó por detrás y besó su espalda desnuda— Va a ser divertido vivir el proceso de planeación de nuestra propia boda, espero no colapses antes de llegar al altar.
—Claro que no lo haré, porque pondré a todos los bomberos de tu guardia a trabajar en ello. —comentó con una bella sonrisa dibujada en sus labios, pero con toda la sinceridad que sus ojos podían reflejar. Oab le creía totalmente.
