𝕌𝕟𝕠

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Capítulo 1
Una extraña oferta

La madre de Diana había despertado esa mañana con la rodilla derecha inflamada, la joven había aplicado una crema mentolada recetada por el doctor que calmaría el dolor e hinchazón, su hermano BaekJin había estado ayudándola toda la mañana limpiando la casa, cocinando, acomodando, organizando y haciendo algunas compras. BaekJin tenía veinte años, su discapacidad mental era un leve retardo mental que le complicaba memorizar ciertas cosas o expresarse con claridad enredando las palabras en ocasiones.

—Noona, ¿Qué pasaría si mamá enfermara?, ¿Nos quedaríamos solos?

— ¿Quieres que mamá enferme? —preguntó revolviendo el kimchi en un bol. Sus manos tenían guantes transparentes.

—No, claro que no, pero...a veces me preocupa. Ella no es joven...

—BaekJin—el chico de ojos grandes la miró. Diana sonrió un poco sabiendo que, aunque su hermano era adulto, tenía un toque de inocencia que jamás perdería—Mamá estará bien, nunca estarás solo porque yo estaré contigo en cualquier momento, ¿De acuerdo?

— ¿Y si algo te llegara a pasar?

—No me pasará nada.

—Bueno.

— ¿Puedes ir a ver si mamá quiere algo?

El chico asintió saliendo de la cocina, Diana respiró profundo sintiendo una ligera preocupación, ella también tenía muchas veces ese tipo de preocupaciones, su madre no sabía que había sido despedida. HaeSook no le había escrito, pero si le había hecho un depósito a su cuenta, se sintió egoísta aceptándolo luego de haberle dicho que no, con la paga de anoche del trabajo pudo pagar el alquiler del departamento, al menos tendría un mes para conseguir trabajo de nuevo, con el dinero de HaeSook pagaría lo de su madre y pagaría uno de los talleres de BaekJin.

Dejó de revolver el kimchi pensando en el hombre de anoche.

—No necesito...

—Piénselo bien, esta oferta le interesará mucho. Si se decide puede llamar a ese número—hizo una pequeña reverencia—Hasta luego.

Se quitó los guantes con cuidado, lavó sus manos para luego secarlas. Fue a su habitación revisando en su chaqueta, allí estaba la tarjeta negra de letras plateadas, sabía que las apariencias podían engañar, pero a ese punto no tenía mucho que perder, en la primera señal de peligro o duda saldría corriendo. Diana tomó su teléfono marcando aquel número, acercó el aparato a su oreja cerrando la puerta de su cuarto, repicó dos veces antes de escuchar una voz masculina del otro lado.

— ¿Hola?

—Hola, ahh... ¿El asistente Jeon JungKook? —miró la tarjeta frunciendo el ceño. ¿Asistente de qué o quién?

— ¿Señorita? —la reconoció.

—Sí, usted me dijo que si estaba interesada en una oferta que resolviera mis problemas podía llamarlo—y añadió—Me llamo Diana.

—De acuerdo, señorita Diana. ¿Podemos reunirnos en un lugar?, le explicaré de que va todo el asunto.

— ¿Puedo escoger el lugar?

—Como guste.

▪︎▪︎▪︎

En el vecindario había muchas tiendas que se mantenían abiertas las veinticuatro horas, Diana esperaba sentada en una de las mesas de afuera un tanto inquieta, ¿Iba a proponerle que se prostituyera?, ¿Y si quería que vendiera droga?, ¡¿Y si la secuestraba?!, no, no podía hacerlo en público, sería estúpido. Estaba lista para gritar fuerte si intentaba algo y si...

— ¿Señorita Diana?

El hombre apareció, vestía con traje, su cabello era algo largo sobresaliendo por sus orejas pelinegro, tomó asiento frente a ella colocando un sobre encima de la mesa y un lapicero.

— ¿Quiere algo de beber?

—Estoy bien, no se preocupe.

—Bien—asintió—Entonces... ¿Usted es asistente...?

—Del pintor V.

— ¿Qué?

— ¿Conoce el nombre Kim TaeHyung?

Diana hizo memoria. ¿Dónde lo había escuchado?

— ¿Debería hacerlo?

El pelinegro se sorprendió un poco, hubiera creído que en las noticias lo había escuchado por casualidad.

—Eso la hace más indicada para esto—le extendió el sobre—Puede revisarlo cuidadosamente—Diana lo abrió—Cualquier sugerencia o cambio que quiera lo anotaré y avisaré a mi jefe.

— ¿Venden drogas o algo así? —leyó la primera línea llevándose una gran sorpresa—Espere, ¿Qué es esto? —quiso saber— ¿Estoy leyendo bien?

—Le dije que la oferta resolvería sus deudas...

—No, esta oferta dice que me casaré con ese tal Kim TaeHyung, ¿Qué tipo de contrato es este?

—Señorita Diana, algunas personas se casan por interés o negocios hoy en día, el señor Kim necesita una esposa por un año...

—No, no haré esto—alejó el sobre—Necesito dinero, no un matrimonio con un completo desconocido.

El asistente Jeon regresó el sobre a ella indicándole las cláusulas.

—Sólo tiene que leerlo, cualquier duda que tenga puede decírmela, podemos cambiar ciertos detalles si usted lo desea.

—Sigo sin creer esto. ¿Acaso su jefe no puede buscar esposa por su cuenta?

—El señor Kim suele estar muy ocupado.

— ¿Y permite que su asistente le diga a cualquier chica si desea casarse? —fue un tanto irónica—Señor Jeon, no puedo comprometerme.

—Se le pagará el dinero que usted desee.

"Eso me interesa"

— ¿La que desee?

Revisó las hojas del contrato señalándole un espacio en blanco.

—Usted coloca el número y tendrá una parte el día de la boda, la otra parte la obtendrá al cumplir el año como la señora Kim—explicó—Vine a traerle el contrato, léalo bien, anote sus sugerencias y llámeme cuando lo haya hecho.

— ¿Cómo sé que esto no es una broma?

—Puede buscar en Internet—se levantó—Si me disculpa, ya debo retirarme—hizo una reverencia—Espero su llamada de nuevo, señorita Diana.

—Puede buscar en Internet—se levantó—Si me disculpa, ya debo retirarme—hizo una reverencia—Espero su llamada de nuevo, señorita Diana

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Arriba en multimedia tienen una foto de Diana.

Interés Mutuo • KTH (COMPLETA)Where stories live. Discover now