Interés Mutuo • KTH (COMPLETA)

𝔻𝕠𝕤

Capítulo 2
La indicada para esto

El contrato de matrimonio tenía varias hojas donde cada cláusula o regla era muy específica, Diana había comenzado a leerlo durante la noche cuando estuvo en su habitación a solas. Mientras leía fue anotando los cambios que ella haría, sus condiciones, mejor dicho, durante aquello, se detuvo un segundo levantando la vista de su escritorio, ¿Enserio aceptaría casarse con alguien que no conocía?, ¿Había perdido la cabeza?, ¿Tan desesperada estaba?

— ¿Cómo sé que esto no es una broma?

—Puede buscar en Internet.

La chica abrió su laptop escribiendo en la barra del navegador el nombre Kim TaeHyung. Los resultados iban a la misma persona, noticias relacionadas al arte o la pintura.

—Bien—asintió—Entonces... ¿Usted es asistente...?

—Del pintor V.

— ¿Qué?

— ¿Conoce el nombre Kim TaeHyung?

Diana hizo memoria. ¿Dónde lo había escuchado?

— ¿Debería hacerlo?

El pelinegro se sorprendió un poco, hubiera creído que en las noticias lo había escuchado por casualidad.

—Eso la hace más indicada para esto.

Claro, ella había escuchado de sus pinturas en el taller de pintura de BaekJin. El pintor V era reconocido nacionalmente por su arte tan característico, figuras que a su parecer no tenían sentido alguno, pero para los grandes críticos del arte eran sencillamente obras maestras, sorprendía a muchos por su edad tan joven y su arte tan perfecto. Había algunas fotos por Internet que Diana no dudó en ver, el pintor V era de tez ligeramente morena, tenía una pequeña y forzada sonrisa que dejaba en claro que no estaba cómodo allí. Era atractivo, no mentiría, le gustaba su estilo al vestir.

Pero, ¿Estaba lista para casarse con alguien así?, ¿Iba a hacerlo por el dinero?, ¿Y si conseguía el dinero por su cuenta?, ni siquiera trabajando duro lo lograría, Diana no tenía siquiera un título universitario complicándole aún más las cosas, estaba cansada del despido de los empleos, cansada de suplicar aumentos y cansada de soportar actitudes asquerosas de sus superiores. Una oportunidad así no se presentaba siempre.

Llamó al número de su teléfono acercando el aparato a su oreja. Al segundo repique respondieron.

—Buenas noches, señorita Diana.

— ¿Cómo supo que era yo?

—Agendé su número.

—Oh.

— ¿Tiene dudas del contrato?

—Un poco.

—Puedo escucharla, dígame.

Diana tomó una bocanada de aire, no sabía por dónde empezar. Acercó la libreta donde había anotado sus condiciones.

—Sé que esto es sólo por interés, pero quisiera saber primero, ¿Por qué el señor Kim necesita esposa por un año?, ¿Está enfermo?

—Sus padres necesitan que siente cabeza con alguien, son un poco tradicionales, a pesar de que las pinturas del señor Kim son un éxito, sus padres lo colocarán en el testamento sólo si se casa con alguien.

— ¿Quiere dinero cuando tiene dinero?

—Señorita Diana, esto es para mantenerlos tranquilos un tiempo.