Interés Mutuo • KTH (COMPLETA)

𝕍𝕖𝕚𝕟𝕥𝕖

Capítulo 20
Fuiste tú

Se suponía que mañana por la mañana regresarían a casa, pero su madre tuvo la fantástica idea de planear algunas actividades para compartir como familia. Tae sabía que sólo quería separarlo de HyeJin, ahora también debía tenerle el ojo encima a su primo, SungMin siempre había sido comparado con él por muchas cosas, en algo que no pudo superarlo fue en la pintura, cuando compitieron en una competencia de arte a nivel internacional el cuadro que ganó fue el de TaeHyung trayéndole más éxito y abriéndole las puertas a más oportunidades de lo normal. La puerta de su habitación fue tocada dos veces, Diana entró por ella captando su atención.

—Hye.

—Quería hablar contigo—cerró la puerta detrás de sí. Se acercó a la cama sin sentarse—Estuve hablando con tu primo...

— ¿Qué mentira te dijo? —rodó los ojos—No le creas nada de lo que te diga, le encanta fastidiarme la vida.

— ¿Entonces nunca sufriste de leucemia? —ante eso, Tae la miró. Diana algo nerviosa aclaró su garganta—SungMin...dijo que de niño enfermabas seguido. ¿Todavía corres el riesgo de recaer?

—Sí—respondió—Mis padres siempre esperan eso.

— ¿Por qué no me dijiste?, ¿Y si algo ocurría en este tiempo de conocernos?, ¿Cómo podía reaccionar sin saber de esto? —mostró sincera preocupación.

—Gracias por preocuparte.

—Puede que esto sea un falso matrimonio, pero no significa que no pueda preocuparme por ti—a Tae le gustó como sonó. Le ofreció su mano y ella la aceptó sentándose a su lado, mantuvieron sus manos juntas sintiéndolo costumbre.

—HyeJin.

— ¿Sí?

—Quiero contarte algo, sólo que...no sé si sea el momento.

—Puedes contarme lo que quieras—lo miró con ojos atentos— ¿Qué ocurre?

—Cuando tenía seis años estuve muy mal debido a la leucemia—acarició el dorso de su mano—Estuve en el hospital por un tratamiento que rindió frutos tiempo después.

—Entiendo.

—En mi tiempo en el hospital había una habitación donde los niños enfermos podían jugar con otros o hacer alguna actividad para mantenerlos distraídos—TaeHyung se sintió más nervioso por lo que diría—Conocí a una niña que fue una buena amiga para mí, mis padres me dejaban mucho tiempo solo en el cuarto y aprovechaba para ir a verla, me regaló una margarita porque creía que así mejoraría—Diana notó su sonrisa dulce—La primera vez que la vi dijo que estaba allí porque su madre había tenido un bebé.

— ¿Tus padres supieron de ella?

—No. Nunca les dije, incluso cuando estaba enfermo las apariencias eran importantes para ellos.

— ¿Qué pasó con la niña?

—Dejó de ir. Cada día tenía la esperanza de verla de nuevo, pero no volvió al hospital.

—Lo siento. ¿No recuerdas su nombre?, quizás ella todavía te recuerda.

Tae sonrió tristemente. Eso hubiera querido él.

—La busqué, tardé en encontrarla, cuando pude tener independencia de mis padres me dispuse a buscarla porque tenía curiosidad por ella, puede parecer exagerado, pero no dejé de pensar en ella—miró a Diana—JungKook la encontró. Descubrió que tuvo un accidente hace años, al despertar tuvo amnesia temporal—el rostro de Hye fue cambiando. Esa historia se le hizo demasiado familiar—Me hubiera gustado permanecer en sus recuerdos, lamentablemente no fue así.

¿Era lo que creía?

—Cuando desperté del accidente tuve amnesia temporal—ambos se miraron fijamente. Diana sintió su respiración pesada—No pude recordar los últimos momentos con mi padre hasta tiempo después que comencé a culparme de lo que pasó, todavía hay recuerdos de mi infancia que no he podido recuperar—entonces se atrevió a preguntar—TaeHyung, ¿Esa niña...soy yo?

—Siempre te veo aquí y todavía no me dices tu nombre—se quejó un pequeño Tae de seis años. La niña a su lado pintaba como siempre, TaeHyung se había acostumbrado a pintar sólo por ella.

—Papá me llama Diana muchas veces, pero cuando está molesto me dice HyeJin.

—Me gusta más HyeJin.

La niña sonrió sonrojándose.

—Im HyeJin.

—Sí—Pensó que se alejaría—Cuando JungKook me ayudó a encontrarte quise ayudarte con tu familia, sabía cuánto te esforzabas por mantenerlos a flote y me parecía injusto el trato en esos trabajos.

— ¿Por qué no me dijiste todo desde el principio?

—Porque sabía que no me permitirías ayudarte, quería acercarme poco a poco. Dudé si eras tú, me parecía extraño que no me reconocieras siquiera al escuchar mi nombre.

—Necesitamos parar, mi cabeza está doliendo—llevó su mano a su frente—Ha sido mucha información por la mañana.

—Hye, lamento si hice todo mal, si me lo permites...quisiera ayudarte tanto como me ayudaste a mí.

De nuevo la veía con ojos dulces, Diana asintió despacio mirando cada lindo detalle de su rostro. La distancia de nuevo fue haciéndose menos, por un momento se olvidó de la información anterior, Tae presionó sus labios con los suyos, ambos cerraron sus ojos dejándose llevar por la emoción del momento, Diana colocó su mano en su cuello moviendo sus labios con los de su esposo. Esta vez no fue tan lento, pero mantuvo la dulzura del primer beso. TaeHyung inclinó su cabeza de lado profundizando aquel beso, acarició el brazo de su esposa y esta deslizó su mano a su pecho sintiendo su corazón latir tan loco como el suyo. Por unos breves minutos sólo se escucharon el sonido de sus bocas en aquella habitación.

Cuando necesitaron respirar abrieron sus ojos mirando al otro. Respiraban agitados con labios hinchados.

—Tienes que explicarme muchas cosas todavía—susurró.

—Te diré todo lo que quieras saber.

Diana rodeó su cuello con sus brazos abrazándolo y TaeHyung se sintió completo con sólo ese gesto.

—Hemos faltado gravemente al contrato.

Él se echó a reír estrechándola entre sus brazos.