Interés Mutuo • KTH (COMPLETA)

𝕆𝕟𝕔𝕖

Capítulo 11
Margaritas

Veinte años atrás

En aquel hospital los niños que se encontraban hospitalizados podían visitar un cuarto especial para ellos, el área de pediatría siempre se encontraba llena de pequeños que requerían diferentes tipos de atención médica. Kim TaeHyung tenía seis años, entró a ese cuarto lleno de juguetes y niños teniendo una intravenosa en el dorso de su mano, sus padres no estaban cerca por lo cual había pedido a una de las enfermeras que lo llevara con los demás niños, sus padres preferían mantenerlo lejos de ellos creyendo que nuevas enfermedades caerían en él, Tae sólo quería hacer un amigo.

Se acercó a los cuentos infantiles en un rincón, llevaba un pijama de ositos, su cabello azabache estaba revuelto, comenzó a revisarlos sin prisa sin saber que leer, generalmente su niñera solía leerle antes de dormir ya que sus padres nunca tenían tiempo o preferían no hacerlo. TaeHyung abultó sus labios al no encontrar nada interesante, fue hasta un área donde los niños coloreaban o pintaban sentados en mesas de su tamaño, los que debían secarse al ser pintados con pínceles eran expuestos, a Tae le gustó un dibujo, parecían bolas de algodón y en el medio una era amarilla.

— ¿Te gusta mi dibujo? —una voz infantil pero femenina le hizo mirar a su lado. Una niña de su altura con cabello liso y largo sonreía orgullosa, tenía ojos grandes—Son margaritas, son mi flor favorita.

Tae frunció el ceño, ladeó su cabeza sin encontrar la forma.

—Parecen bolas de algodón.

—Claro que no, las margaritas son redondas.

El niño no entendía nada.

—Creo que los pétalos deben ser más largos.

Ofendida, la niña se cruzó de brazos.

— ¿Acaso dibujas bien para criticar el arte de otros?

—No, pero mi padre critica el arte de los demás y su opinión siempre es importante.

—Pues tu opinión es cruel, no me gusta—tomó su hoja alejándose de él.

▪︎▪︎▪︎

TaeHyung había ido por segunda vez a ese cuarto de niños, sus padres de nuevo no estaban. Esta vez fue decidido al área de dibujos, tomó asiento pensando que dibujar. Tenía pínceles de muchos tamaños y también pinturas de todos los colores, algunas enfermeras o enfermeros cuidaban de que ningún niño hiciera travesuras.

—Hola—esa voz de nuevo le saludó. Tae divisó a la misma niña de la otra vez, le sonreía dulcemente.

Ella no tenía ropa de hospital, igual que la otra vez.

—Pensé que estabas molesta conmigo.

—Lo estoy, pero hoy me siento feliz—sonrió más—Mi hermanito nació.

—Felicitaciones.

— ¿Tienes hermanos?

—No.

—Mamá dice que siempre es bueno tener al menos un hermano, así cuando seamos grandes no estaremos solos—tomó un pincel colocándole color rojo.

—A mis padres no les gustan mucho los niños. Ni siquiera debería estar aquí.

— ¿Y por qué estás aquí?, ¿Te escapaste?

—Estoy enfermo, debo estar aquí, aunque no quiera.

La niña hizo pequeños corazones en la hoja, Tae miró curioso lo que hacía.

— ¿Por qué estás enfermo?, ¿Qué tienes?

—Los doctores dicen que es leucemia.

— ¿Eso es malo?

—Las enfermedades siempre son malas—se encogió de hombros—Me desmayé en la escuela por tercera vez y comencé a sangrar de la nariz—la niña lo miró—A veces me siento muy débil.

—Espero que te recuperes.

—Y yo espero que seas buena con tu hermanito.

▪︎▪︎▪︎

TaeHyung había tenido una recaída por la noche, sus padres habían estado acompañándolo y parte de la mañana también, no fue hasta la tarde que se acercó al cuarto de siempre, esta vez traía una bolsa conectada a su brazo, el niño la cargaba con cuidado, tenía ojeras debajo de sus ojos oscuros y sus labios se encontraban un poco pálidos. Como ya venía ocurriendo, la niña de la otra vez estaba allí, traía algo en sus manos.

— ¿Estás bien? —en su rostro se notó su preocupación, sus manos se encontraban detrás de su espalda.

—Hola—saludó sin muchas ganas.

—Luces terrible.

—Pasé una mala noche.

—Te traje algo—y entonces le permitió ver una margarita. Sus pétalos blancos estaban bonitos—Cuando las personas se recuperan suelen darles flores—la colocó en la oreja de TaeHyung sonriendo dulcemente—Con este regalo te recuperaras pronto.

Y Tae sonrió con un leve sonrojo por tan lindo gesto de una nueva amiga.