Interés Mutuo • KTH (COMPLETA)

𝕍𝕖𝕚𝕟𝕥𝕚𝕠𝕔𝕙𝕠

Capítulo 28
Ignorancia y terquedad

TaeHyung estacionó el auto junto a los demás vehículos que se encontraban en la entrada principal de aquella casa. Diana había visto el portón de la entrada donde un hombre de seguridad comprobaba quien entraba o salía, la castaña bajó del auto al deshacerse del cinturón de seguridad, la casa tenía un aspecto rústico, el marco de las ventanas eran negras. Junto a la puerta había un ventanal que dejaba ver parte del interior, la pobre chica sintió su corazón alejarse cuando notó la cantidad de personas adentro.

— ¿Lista? —TaeHyung tomó sus hombros al acercarse.

—No—Diana giró sobre sus talones—Cambié de opinión.

—Ya es muy tarde.

—Digamos que enfermé repentinamente—intentó escabullirse, pero Tae la detuvo tomando su mano.

—Prometí no dejarte sola, ¿Recuerdas? —depositó un pequeño beso en el dorso de su mano. Ella suspiró dando un suave apretón, Tae caminó a su lado hasta la puerta, una empleada les abrió recibiéndolos, Diana identificó primero a sus suegros en esa sala espaciosa. Todos voltearon a verla inspeccionándola de pies a cabeza, la castaña se aferró al brazo de su esposo sintiendo el corazón en la garganta.

—Buenas tardes a todos, les presento a mi esposa Im HyeJin—apenas dijo eso Diana hizo una reverencia mostrando respeto y cortesía, no era capaz de hablar, estaba demasiado nerviosa.

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Todos querían hablar con la esposa del gran pintor V, Diana conoció algunos primos, tíos y otros parientes incluyendo a sus parejas que formaban parte de la familia Kim. TaeHyung no se alejó de su esposa cumpliendo su palabra, Diana podía entablar una cómoda conversación hasta que le preguntaban a qué se dedicaba o por su familia, comenzó a molestarle que la miraran con cierto desprecio en cuanto comentaba la discapacidad de su hermano. Dicho enojo e incomodidad desapareció cuando SungMin llegó disculpándose al llegar tarde, el primo de Tae sonrió al verla abrazándola sin inmutarse.

Diana encontró un poco gracioso que ambos primos tuvieran el mismo suéter tejido, pero con diferente color. El de TaeHyung era verde mientras que el de SungMin era amarillo.

—Me alegra poder decir que te conocí primero que todos ellos—susurró guiñándole un ojo.

—Y por el momento eres mi favorito.

Tae aclaró su garganta haciéndose notar.

—Lindo suéter, primo.

—Lo mismo digo—ni siquiera forzó una sonrisa. Todo su rostro era serio.

— ¿Puedes no causar problemas?

—No tengo la culpa de ser el favorito de tu esposa.

—Tranquilos los dos, no discutan por eso—intervino la chica.

—Por cierto, felicitaciones por la cantidad recaudada en la subasta de anoche—indicó—En los periódicos hablaron de tu talento como siempre.

—Gracias.

—Pero me parece extraño que nadie hable sobre la esposa del pintor V—metió sus manos en los bolsillos de su pantalón oscuro—La prensa no pasaría algo así por alto.

—Nuestra boda fue en secreto, por eso ni siquiera nuestra familia lo sabía.

—La tía YiNa dijo que no han tenido su luna de miel—miró a Diana—Me gustaría hacerles un regalo.

—No, gracias.

—Tae—Diana acarició su mano.

—Ya que acabas de hacer tu exposición y obtuviste un buen resultado podrías tomarte un descanso por dos meses, ¿No crees? —SungMin tomó una botella de champaña que ofreció uno de los empleados encargado de repartir bebidas o comida— ¿Alguna vez has viajado a Alaska, HyeJin?