1

1.5K 149 39
                                    


Chapter 1. Japan


—Ya puede bajar señorita— asentí con una sonrisa de lado tras sus palabras, tomando su mano con suavidad para poder bajarme del barco con un pequeño salto—. ¿Necesita que la ayude con algo más? Sabe que me tiene para lo que necesite.

—Oh, ahora que lo dice, si no es mucha molestia... ¿podría ayudarme a llevar mí equipaje hasta algún hostal? El baúl es demasiado pesado para mí— el hombre asintió rápidamente, caminando de vuelta al interior del pequeño barco comerciante en busca de mi equipaje.

Me gustaba el simple hecho de que fuera tan sumiso a mis peticiones, hacía que mi llegada a un país que no conocía de nada y al que había ido completamente sola fuera mucho más agradable y fácil de llevar.

Aunque, estaba acostumbrada a viajar y tener cambios bruscos culturales, y no iba a tardar demasiado en adaptarme a este lugar.

—___— bajé la mirada hacia el felino, el cual había bajado también del barco y se estaba estirando junto a mi—. ¿Te encuentras bien? Tienes una mueca rara.

—Solo estoy un poco cansada de tanto viaje Kita, nada más— canturreé, agachándome para tomar al felino entre mis brazos, mimando con suavidad sus orejas—. La comida de ese barco era bastante mala.

—Ni que lo digas— bufó molesto—. Estaba mucho más rico las gaviotas que cazaba que el pescado que me daban— dejé salir una suave risa. No nos estábamos refiriendo a la misma cosa después de todo.

—Descansemos hoy entonces nos hará bien— expliqué—. Mañana investigaremos un poco la zona y después de eso nos movemos de aquí si es que no encontramos nada interesante. ¿Qué te parece?

—La mejor idea que has tenido en los últimos quince años— murmuró, acomodándose entre mis brazos con los ojos cerrados, emitiendo un suave ronroneo—. Quiero dormir en un lugar que no se esté tambaleando constantemente— bostezó, clavando levemente las uñas sobre mi ropa—. Estar tanto tiempo rodeado de agua no es bueno para mí. Tengo el pelaje encrespado y está salado cuando lo limpio, es molesto.

—Señorita— dirigí rápidamente la mirada hacia el hombre—. Sígame, la acompañé hasta el hostal.

Comencé a caminar un par de pasos por detrás de él, observando a mí alrededor con curiosidad, adaptándome a la nueva zona a la que me había movido. Mientras el felino se acomodaba en mis brazos, realizando mi misma acción mientras movía levemente su cola de un lado a otro.

—Todo es tan diferente y tan parecido a la misma vez— asentí, observando a las personas que pasaban a mí alrededor haciendo sus quehaceres, llevándome más de una mirada curiosa.

No llevaba las ropas habituales de este país así que era normal que me miraran intrigados, aunque no tardaría demasiado en apoderarme de unos de esos kimonos de los que me habían hablado durante el viaje.

—Disculpa— toqué el hombro de mi acompañante con suavidad, girándose rápidamente hacia mí con las mejillas coloreadas—. ¿Quién controla este lugar?

—¿Quiere saber del señor de estas tierras?— preguntó sorprendido. Asentí en respuesta—. ¿Puedo preguntar porque desea saberlo?

—Me gustaría vender un par de joyas que he traído— asintió tras unos segundos—. Seguro que le gustan al señor, son de bastante calidad y traídas desde muy lejos.

—¿Cómo ese broche?— bajó la mirada hacia mi pecho, donde tenía un broche dorado con un par de piedras rojas incrustadas en este, uniendo el pequeño pañuelo que cubría mis hombros. Asentí—. Seguro que acepta enseguida cualquier trato que quiera tener con él, no se negara a ver a una chica tan bella.

Blood [Kimetsu no Yaiba]Where stories live. Discover now