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Chapter 10. Death


[POV. 3ª persona]

—___— dijo Ame, abriendo la puerta de la habitación donde dormían Douma y la nombrada, tras dar una mirada rápida a su hijo para asegurarse de que estaba durmiendo y no se enteraría de nada de lo que hablaran.

—¿Qué necesitas tan tarde?— preguntó la mujer con el cabello blanco, alzando la mirada hacia ella—. Estaba por irme a dormir— murmuró.

Agachándose para poder arropar al menor correctamente, murmurando algo incomprensible para la mujer y que solo iba dirigido al felino, antes de caminar hacia donde se encontraba Ame, manteniendo cierta distancia con ella.

—¿Qué ocurre?

—Quiero disculparme contigo por lo que ha pasó el otro día— dijo en un tono bajo, apartando la mirada, escapando de los ojos de la chica.

A simple vista parecía realmente arrepentida, pero para ___ era bastante obvio que no era así, que por alguna razón que desconocía, estaba mintiéndole de una manera demasiado descarada cuando simplemente podía haberlo dejado pasar, como había ocurrido en todas las ocasiones anteriores.

—Quería disculparme como es debido, por como te hablé el otro día y la manera en la que te he estado tratando.

—Está bien, entiendo que las cosas puedan llegar a ser complicadas de tratar en algunas ocasiones— se cruzó de brazos, recargando su cuerpo en el marco de la puerta—. Acepto tus disculpas Ame siempre y cuando me prometas que ni tú ni tu marido volveréis a tener una discusión como esa frente a Douma, sin importar que os diga o que pase. La tenéis en privado, él no tiene porque vivir nada de eso.

—Eh...

—Si ya has terminado, yo me voy a la cama— se movió, comenzando a cerrar la puerta.

—¡Espera!— alzó un poco la voz, cerrando sus labios de golpe por la mirada molesta de la chica—. Lo siento.

—¿Qué ocurre?

—¿No me acompañará?

—Es tarde.

—Será solo un momento— insistió.

—¿No podemos hacerlo mañana? Estoy cansada, ahora mismo solo quiero irme a dormir.

—Es que... he pensado que podríamos beber algo y hablar un poco tú y yo más cómodamente. Ya me entiendes, para dejar nuestras diferencias de lado.

___ sabía que debía tener algo entre manos. Porque no paraba de mentir, cada frase, cada palabra, una mentira tras otra.

Pero, por mucho que estuviera deseando cerrarle en la cara la puerta, poner el seguro de la puerta e ignorar cualquier tipo de petición o palabra más de su parte desde ese momento, la curiosidad sobre lo que estaba escondiendo tras sus palabras comenzaban a ganar cada vez más peso, aumentando la curiosidad de la de cabello blancos.

Y de igual manera, parecía que no iba a rendirse hasta lograr su cometido. Seguramente si no lo conseguía ese día, lo intentaría al siguiente con alguna otra escusa.

—No iré.

—Por favor— insistió, tomándola del brazo para evitar que se marchara y le cerrara la puerta—. Te lo suplico, de verdad.

___ se le quedó mirando a los ojos, con el ceño ligeramente fruncido, liberándose de su agarre casi de inmediato en un acto reflejo. Al parecer, no tenía otra opción ese día más que seguirla.

Blood [Kimetsu no Yaiba]Where stories live. Discover now