14

362 76 6
                                    


Chapter 14. Beauty and work


La ciudad de Sendai*.

Habíamos llegado por puro azar hasta allí, vagando de un lado a otro con la única idea en mente de alejarnos de la sede de los cazadores de demonios todo lo posible. Tiempo que había transcurrido bastante tranquilo en el que no nos habíamos cruzado con ninguno.

Algo me decía que Ubuyashiki había intervenido para evitar que continuara la caza por mi cabeza que se había formado repentinamente. Mientras pudiera estar tranquila, realmente no me importaba mucho lo que les hubiera contado sobre mí.

—___— volví la cabeza al que ahora era mi jefe temporalmente.

Había decidido -o mejor dicho, Kita había decidido por mí- quedarnos en esa ciudad durante un tiempo largo. Descansar de todo por un par de años, al mínimo para nosotros, antes de seguir viajando por el país y descubriendo más de los demonios.

—Tienes que llevar las bebidas a esa mesa— dijo mientras me entregaba la bandeja, señalando con un leve movimiento de cabeza hacia el lugar.

—Claro, yo me encargo— murmuré.

Trabajaba de mesera en un pequeño restaurante en la periferia, siendo una zona bastante concurrida al ser el epicentro de la gran mayoría de viajeros, ya fueran gente que simplemente estaba de paso, personas buscando una mejor vida, o mercaderes de ciudades lejanas.

Y yo estaba allí simplemente porque era alguien llamativa, con un cabello poco común que atraía las miradas de muchos, y pasaban al boca a boca sobre donde me encontraba. Siendo esa la única razón por la que me habían contratado a pesar de mi nula experiencia en prácticamente todos los trabajos.

Al menos aprendía rápido.

—¡___!— habló alto uno de los clientes más habituales mientras alzaba la mano cuando pasé a su lado—. Tráenos otra botella.

—Ya mismo— canturreé con una sonrisa amable.

Lo único que no me agradaba de este lugar, además de las constantes insinuaciones subidas de tono, era el fuerte olor a alcohol que se iba acumulando, al punto de que en la noche este ya se volvía insoportable.

Serpenteando entre las mesas ágilmente, llevando la bandeja con comida caliente en un brazo, mientras en el otro llevaba un par de vasos y un licor caro. Dejando la primera en una mesa rápidamente, antes de enfocar mi atención completamente en mi siguiente destino.

—Oh, vamos— me quejé en un murmullo, lo suficientemente bajo para que no me escucharan, terminando de servir la bandeja con la mirada en la puerta.

El típico ambiente alegre y cálido que había en el lugar se transformó en uno demasiado denso e incómodo mientras el silencio se hacía repentinamente por todo el lugar.

Acababa de entrar un hombre que debía de sobrepasar los cuarenta años, con ropajes que se notaban a simple vista que eran bastante caros, por lo que era alguien de la alta sociedad. Siendo flanqueado por dos guardias armados y pose un tanto amenazante.

El hombre entró con una mueca de desagrado dibujada en su rostro, escaneando todo el lugar con un claro aire de superioridad, hasta que sus ojos se detuvieron en mi, cambiando su expresión a una sonrisa amable.

La sonrisa que mantenía durante el trabajo se mantuvo, conteniendo las ganas de mirarlo con asco al notar como comenzaba a fijarse en otras zonas de mi cuerpo. Caminando hacia él al notar que no parecía tener intención de moverse hasta que no llegara a su lado.

Blood [Kimetsu no Yaiba]Where stories live. Discover now