3

733 108 38
                                    


Chapter 3. Kind


Estaba sentada en una gran roca junto al lago que había encontrado entre la maleza del bosque por el que había decidido moverme. Manteniendo mis pies dentro de la fría y cristalina agua, moviendolos levemente con cierto aburrimiento, logrando que mi reflejo se viera difuminado por la ondas que se formaban.

Con la luna llena reflejada sobre el agua cristalina y las luciérnagas volando a mí alrededor, a pesar de que más de una vez se alejaban rápidamente cuando Kita intentaba atraparlas. Sumado al círculo perfecto que formaba la vegetación alrededor de la masa de agua, proyectando formas sinuosas gracias a la luz del satélite.

Era una noche bastante tranquila, aunque ya quedaba bastante poco para que amaneciera nuevamente.

—Nos hemos perdido— dijo Kita, rompiendo la fugaz paz en la que me había inmerso, mientras dejaba en paz a los insectos—. ¿Verdad que sí ___?— me giré hacia el felino, pasando mi mano lentamente por su espalda antes de que se tumbara a mí lado.

—Ya lo sé— me quejé, alzando la mirada hacia el cielo nocturno—. No hace falta que me lo recuerdes cada dos minutos Kita— suspiré pesadamente por su —. Tú tampoco hiciste nada para que no ocurriera, así que, en cualquier caso, eres igual de culpable que yo.

Habíamos preguntado en el pueblo el camino más corto hacia la capital a la cual tardaríamos unos cuatro días en llegar. Pero ese tiempo ya había pasado y solo habíamos pasado por pequeños pueblos agrícolas.

Así que ahora estamos perdidos sin un mínimo de idea sobre en que zona nos encontrábamos de la isla.

—Te dije que no era buena idea ir por tu propia cuenta y teníamos que haber aceptado ir con alguno de esos mercadores— me regañó Kita—. Pero la niña es demasiado cabezota como para hacerme caso una vez de su vida.

—Está bien, es cierto, tenías razón. Lo siento, tenía que haberte hecho caso— lo miré de reojo, notando como su pecho se inflaba levemente—. No pensé que fuera tan difícil seguir unas cuantas indicaciones.

Además que tampoco quería hacer el viaje más largo, pues yendo por mu cuenta iba a ser mucho más corto y tranquilo al poder andar día y noche sin tener que preocuparme de nadie más.

—Nos toca vagar— se quejó.

—Es lo que hemos estado haciendo estos últimos meses después de todo— me encogí de hombros sin darle mucha importancia. Ir hasta allí no había sido, precisamente, un viaje corto y tranquilo—. ¿Qué es lo que me propones entonces?

—Lo mismo, caminar hasta encontrarnos con algún demonio, sonsacarle lo que sea que quieres saber de ellos y volver a casa lo antes posible.

—Que aburrido que eres— me quejé, haciendo una pequeña mueca.

—¿Qué es lo que quieres hacer tú?

—Ya que hemos venido hasta aquí, y como tampoco sé cuando vamos a volver, quiero también viajar un poco, ¿sabes? Quiero saber más de este lugar.

—Sabía que ibas a decir eso.

—Puedo volver y pedirles que te lleven de vuelta si tanto quieres irte, te sabes el camino— me encogí de hombros—. Pero será más viaje por mar.

—Creo que puedo esperar— dijo rápidamente, mientras que yo dejaba salir un risa baja y algo burlona por sus palabras.

Poniéndome en pie nuevamente, acomodando los zapatos de los que me había adueñado sin preocuparme en que mis pies se secaran antes, caminando de vuelta al camino que habíamos dejado para poder descansar.

Blood [Kimetsu no Yaiba]Where stories live. Discover now