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Chapter 20. Quizás en otra vida...

—Hey, Hakuji— dije mientras me acuclillaba para estar a la altura de su rostro con una sonrisa de lado—. ¿Has estado esperando a que llegara?

Acababa de llegar de la ciudad cuando ya había caído la noche, todo para comprar unas cuantas especias que habían llamado mi atención por su olor agradable, además de aprovechar que la zona por donde me había movido estaba tranquilo y poder tomar algo de sangre de algún hombre que se moviera por algún callejón vacío y con mala iluminación.

—___— levantó la mirada con una pequeña sonrisa emocionada—. Pensaba que te había ocurrido algo, has tardado más de lo normal.

—No te preocupes— dije mientras me levantaba y le deba sitio para hacer lo mismo—. Hoy el mercado estaba algo más transcurrido de lo habitual, solo eso— reí levemente.

Él solo asintió en silencio, aunque se le notaba bastante aliviado, girándose hacia la casa y caminando hacia ella. Al menos, hasta que tomé su brazo y lo obligué a detenerse.

—No quiero entrar aún— dije mientras apoyaba la cabeza en su hombro.

—¿No vas a cenar?— preguntó con una ceja alzada.

—No, hoy no tengo mucha hambre— mentí.

En realidad había tomado demasiada sangre y si comía algo más, seguro que iba a acabar vomitando.

—¿Ocurre algo?— pregunté con una ceja alzada.

—Es solo que... había preparado la salsa que te gusta— sonreí enternecida.

—Oh~, muchas gracias Hakuji— abracé su brazo enternecida—. Lo comeré mañana, lo prometo.

—Eso espero— apartó la mirada con las mejillas sonrojadas.

—¿Vamos al pozo? Quiero hablar contigo tranquilamente— reí levemente mientras lo soltaba y me dirigía al lugar que había mencionado—. Debemos aprovecharnos de que Kita no se ha dado cuenta de que he llegado. Podremos charlar sin escuchar bufidos o que te intenten arañar la cara.

—Tú gato me odia— comenzó a andar—. A veces me da la sensación de que sabe de lo que estamos hablando y solo consigo que me odie todavía más.

Créeme, te entiende a la perfección. El odio es más por celos de que te lleves su atención, es bastante presumido y le gusta ser el centro de atención.

—Yo también creo lo mismo— contesté tranquila.

—Al inicio pensaba que le agradaba— contestó mientras se apoyaba en el pozo—, me dejaba acariciarle y aceptaba la comida que le daba. Pero desde que pasa tiempo con Koyuki, ni si quiera me dirige la mirada— suspiró—. ¿Le hice algo?

—Puede que pisaras su pata por accidente— contesté sin darle mucha importancia mientras me sentaba en el suelo, estirando las piernas sobre la hierba fría—. O no tenga razón alguna. Los gatos son bastante...— miré su rostro desde abajo—, excéntricos y hay veces que es mejor intentar no comprender por qué hacen algo.

Nos mantuvimos unos cuantos segundos en silencio, donde nos dedicamos a mirar hacia el frente en un silencio apacible y tranquilo, que decidí romper.

—Hakuji— me observó, a la espera de una respuesta—, nunca te lo he preguntado, pero, ¿te agrada este lugar?

—¿Por qué lo dices?

—Por ninguna razón en particular— sonreí con nostalgia—. Es solo que he estado pensando en lo mucho que has cambiado.

Blood [Kimetsu no Yaiba]Where stories live. Discover now