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Viernes, 19 de abril

La nueva profesora ingreso al aula y observo a todos los chicos causando desastre, froto sus cienes y se sento en el escritorio, sabiendo lo que se le venia. La secundaria es un horror.

-Tomen asiento- grito fuerte para que pudieran escuchar y enseguida todos se acomodaron en su lugar. -Mi nombre es Laura y sere su nueva profesora- informo y sonrio amargamente. -como me recibieron de mala forma empezaremos la clase con un pequeño castigo, para todos- dijo, aun con la sonrisa y los chicos negaron con desagrado.

La profesora observo a una chica al final de la fila, con cabellera rubia y unos lindos ojos marrones, perdidos en la nada.

-Oye, ¡tu!- la llamo pero esta parecio no prestarle atencion, lo cual hizo hervir su sangre. Camino los asientos necesarios hasta llegar a la chica y golpeo fuerte su asiento haciendo que la pequeña diera un salto y cayera al piso, todos rieron. -pareces estar muy distraida - murmuro la mujer,y la chica se levanto rapidamente del piso, y como accion involuntaria bajo su mirada.

-Lo siento- su cuerpo empezo a temblar como reaccion al estar con todas las miradas de su clase encima de ella.

-Esta bien, pero pasaras al frente y vas a escribir en el pizarron sobre lo mal que actuaste- reprocho,y ella asintio desganada por su "mala" actitud. Camino tras su nueva profesora hasta estar ambos al frente, la mujer le extendio dos marcadores, uno verde y uno rojo. La pequeña miraba ambos colores con confusion, y sabia que las cosas iban a ponerse mal, algo estaba mal en ella.

-Toma el marcador rojo- le indico la mujer y la chica la miro a los ojos, aterrorizada.

-¿Rojo?- apenas dijo con un hilo de voz, y trago saliva. La mujer asintio mirandola obvia. Alzo su mano y tomo un marcador,ella la miro de mala manera.

-Te he dicho que tomes el rojo- reprocho enfurecida y todos los chicos empezaron a reir. Martina nego sintiendo como sus ojos se llenaban de lagrimas.

-Y-yo no puedo verlo, no puedo ver el rojo- murmuro con suavidad, y la profesora la miro atonita, sintiendose mal por su anterior comportamiento.

Todos guardaron silencio al escuchar aquella declaracion, a excepcion de Lourdes Gonzalez, la chica solto una gran carcajada. Martina miro hacia su direccion y al no poder contener los nervios, ni las ganas de llorar salio corriendo del aula, dejandolos a casi todos con un mal sabor de boca, y algo que contar cuando llegaran a sus casas. Pero a Lourdes solo le habia parecido ridicula y bastante graciosa la escena.

Martina llego al patio, el cual permanecia vacio, debido a que todos estaban en sus respectivas clases. Se sento en una banca y recargo su pequeño rostro entre sus manos. Sentia un fuerte dolor en el pecho, y queria ir a casa. ¿Por que las personas tenian que ser tan malas con ella y rechazarla?

Llevaba ya un año en la secundaria y la mayoria de sus compañeros sabian de la actitud tan cerrada que tenia Martina, sabian que ella apenas hablaba, y se ponia nerviosa con tan solo una mirada sobre ella. Pero todos desconocian el tema de su daltonismo. Nunca era pasado por el frente, ni tampoco era necesaria la selecciones de colores en el colegio. Pero ahora todos lo saben, y Martina sabe lo mal que esto se pondra.

-Oye, sera mejor que vayas a clases, si te ven por aqui las cosas se pondran feas para ti- murmuro una chica caminando hacia ella, pudo percibirla por los pasos acercandose, pero no podia verla, ya que su rostro estaba entre sus manos. Trago saliva y limpio sus lagrimas para darle una fugaz mirada a una chica castaña y alta parada frente a ella.

-Eso no es de tu incumbencia- vocifero y salio corriendo de alli.

No volveria al salon, pero queria un lugar donde nadie pudiera verla. Tampoco podia regresar a casa, su madre seguro la regañaria. Salio del colegio y camino hasta atras de este. Martina solia tener comportamientos groseros a veces, ya que uno de los sintomas mas comunes en casos de transtorno postraumatico por estres, es la Hiperexcitacion.

Se sento en un lugar completamente  sola,rodeada de pasto y miro hacia la nada como simpre lo hacia. Ella intentaba con esto recordar lo menos posible,no pensar,perderse en la nada.

Cuando Martina tenia 7 años, su padre fue cruelmente asesinado frente a los ojos de su madre y de ella, por una deuda del juego. Su  madre se vio forzada a superarlo con rapidez por el bienestar de Martina y el suyo, tenia que continuar su trabajo, y su vida, aunque fuera demasiado dificil tuvo que hacerlo por su hija. Por desgracia Martina no pudo superarlo, o no del todo. Quedo con un truma, debido al estres al cual se expuso durante aquel brutal asesinato provocado ante sus ojos, su edad era muy corta, y las escenas eran muy fuertes, ademas de que la persona la cual estaba siendo asesinado era su padre, el hombre le dio tanto amor, apoyo y proteccion, y el cual ella aun necesita, pero por desgracia la vida se lo arrebato de la forma mas cruel. 

Blue and red (adaptación martuli)Where stories live. Discover now