Epilogo

311 25 2
                                    

Lunes, 1 de Septiembre.

Lourdes se había encargado de querer cada parte de Martina, cada uno de sus cambios de humor, y hasta su inmadurez. Justo en este momento se encuentra convirtiéndose en todo aquello que alguna vez odio.

La ojiverde había preparado algo simple en su casa, se había encargado de echar a patadas a sus padres, para que pudiera estar sola con Martina. Solo necesitaría unas horas para lo que tenía planeado.

-Adelante Mar- Lourdes coloco una mano en la espalda baja de Martina y camino hasta el sofá, donde se sentó junto con la ojimarron. -Le pedí a mis padres con que se fueran, porque necesito hablar contigo, a solas.-

Martina mordió su labio inferior. - ¿P-pasa algo?-

Lourdes negó, mientras sonreía.

-Solo quería hablar sobre... nosotras,- dijo, mientras con su dedo índice se señalaba a sí misma, y luego a Martina. -Mar, ya tu sabes lo mucho que te quiero, que no puedo soportar estar un día sin saber como estas, y que estas haciendo. Por ello quiero que... uh quiero saber si tú, ¿Quieres ser mi novia?-

Martina la miró unos segundos, no estaba pensando la pregunta, porque es obvio que la respuesta es si. Pero estaba tan nerviosa, que no sabía cómo reaccionar.

¿Debia simplemente decir si?

¿O besar a Lourdes?

¿Por qué no hablaba y dejaba de pensar tonterías?

-Yo... uh, si-

Lourdes sonrió marcando su hoyuelos y abrazo a su novia, besando ligeramente su sonrosada mejilla.

-Ven, tengo algo preparado para ti- Lourdes tomó la mano de Martina, y camino junto a ella hasta la cocina, la ubicó frente a una mesa, que estaba cubierta por un mantel. -Me dijiste que te gustaba el chocolate, y yo te prepare esto.-

La ojiverde quito el mantel dejando ver diferentes tipos de postres, todos hechos únicamente con chocolate. Los ojos de Martina se iluminaron, y se señaló a sí misma con su dedo índice, incrédula.

-Si, para ti.-

Martina sonrió.

-Gracias, Lu-

-No hay de que, pequeña. Mamá me ayudó un po...-

Martina negó suavemente. -Gracias por ser la mejor novia del mundo.-

Las mejillas de la ojimarron se tiñeron de color carmín, y Lourdes casi pudo jurar que nunca había visto a Martina más hermosa.

-Y soy solamente tuya.- Lourdes se inclino un poco, hasta estar frente a frente con Martina, y dejo un pequeño beso sobre sus labios. -y tú, eres mía.-

-Sinceramente tuya.- Martina sonrió un poco y beso la nariz de su novia.

                              FIN


Blue and red (adaptación martuli)Where stories live. Discover now