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Lunes, 1 de junio.

La psicóloga había logrado aminorar notablemente los síntomas de Martina, se notaba más expresiva, y eso no podía poner más feliz a su madre, y por supuesto a Lourdes. La ojimarron estaba cooperando para recuperarse, y lograr salir de su trauma. Aunque para terminar de a hacerlo Martina tenía que aceptar todo lo que pasó, liberar todo aquello que llevaba guardado dentro, pero no estaba lista, y para eso eran sus terapias. Para ayudarla a prepararse, porque en algún debia hacerlo, si quería ser la misma de antes.

-Hola Mar.- Mascullo Lourdes sonriente.

Martina suspiro. -Hola-

-Sabes he estado pensando y quería invitarte a ir a mi casa para que conozcas a mis padres. Eres la única amiga de verdad que he tenido.

Martina permanecía sería, y su mirada no salía del frente. No respondió... Lourdes respiro profundo e intento controlarse, ¿estaba rechazando? La indiferencia de Martina esta vez si había logrado darle un golpe bajo a Lourdes. Miró una última vez a Martina e intento caminar en otra dirección, pero la rubia se lo impidió tomándola del brazo. La ojiverde sintió un apretón en su estómago al sentir su suave y frío tacto.

Martina negó, mientras se detenía y con mucha fuerza de voluntad miró a Lourdes a los ojos.

-Tengo ¿miedo?- Susurro muy despacio. Lourdes pudo jurar que era más una pregunta que una afirmación, casi como si acabará de descubrir ese sentimiento. La ojiverde tomo un mecho de cabello de Martina y lo aparto con cuidado de su ojo.

-No tienes que tener miedo, ellos van a quererte. Además yo voy a cuidarte- dijo y llevo su mano desde el cabello de la pequeña, hasta su sonrosada mejilla.

Martina sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo, y su piel se erizo, causando algo completamente nuevo para ella. Una sensación que se sentía tan extrañamente bien. Lourdes retiro despacio la mano de la mejilla de la ojimarron, y esta vez fue ella quien llevó despacio su mano hasta hacer contacto con la mejilla de Lourdes. Sonrió sin siquiera notar dicho acto, y la ojiverde también sonrió al punto de marcar sus hoyuelos. Martina empezaba a sentir algo nuevo, algo que nunca antes había sentido por nadie, y que quería seguir sintiendo, pero solo por Lourdes.




Blue and red (adaptación martuli)Where stories live. Discover now