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Viernes, 25 de abril

-Hola Martina- Murmuró la castaña, caminando junto a la pequeña Marti. -Hoy tampoco tienes ganas de hablar ¿eh?-

No recibió respuesta, nunca lo hacía y está indiferencia la sacaba de quicio. Por desgracia la paciencia de Lourdes era escasa.

Inhalo y exhalo, intentando calmarse.
-Solo quiero decirte que ya hable con Martin y su grupito de idiotas, y no van a volver a meterse contigo. Adiós Martina- Dijo sin esperar respuesta.

Pero antes de que pudiera irse por completo, escucho un: -Adiós Lourdes.- Por parte de la menor. Sintiendo cierta emoción,y una rara sensación al escuchar su nombre saliendo de los finos labios de Martina. Sonrió inconscientemente, y terminó por ir a clase, aunque al parecer olvidó que le tocaba con Martina.

La pequeña Martina entró al aula y se sentó atrás,como siempre solía hacer. Pronto ya todo el espacio estaba lleno de gritos molestos, y risas. Martina se sentía asfixiada, y sumamente estrasada. Llevo sus pequeñas manos a sus oídos y los tapo, presionando con fuerza. Todos los días era lo mismo, pero hoy, parecían haberse puesto de acuerdo solo para hacerle la vida miserable a Martina. O bueno, más de lo usual.

Lourdes la observaba con el entrecejo fruncido. Su rostro lucia igual de neutro que siempre, pero esta vez sus pequeñas y delicadas manos cubrían ambos oídos, lo cual le parecía bastante extraño, porque el ruido que los estudiantes causaban no era tan estruendoso.

- ¿Podrían cerrar la maldita boca?- Grito Lourdes, llamando la atención de toda la clase. Y aunque la miraron de la peor forma posible, acataron su orden sin quejas, ni peros.

Martina destapó lentamente sus oídos, y observo a Lourdes, quien le guiño un ojo y le brindo una hermosa sonrisa. Acto que Martin notó. Pronto llego la profesora y empezó con la clase, teniendo en cuenta que había llegado bastante tarde. Al salir Martin corrió detrás de Lourdes y logró llamar su atención.

- ¿Te gusta Martina, no?- Cuestionó con descaro, lo suficientemente alto como para que los chicos que estuvieran cerca escucharan. Y aunque algunos no los conocían, igual se quedaba a ver.

La castaña negó riendo - No. Pero de ser así, ¿Qué? ¿Me vas a pegar?-

- Quien lo imaginaria. Resultaste ser toda una bollera.- Lourdes rio ante el comentario de Martin.

-Hay una gran diferencia entre ser bollera, y lesbiana; yo soy lesbiana. Y tu eres una marica -Murmuro en tono burlon, y todos rieron. Todos exceptuando a Martina. Quien a pesar de estar completamente seria, se sentía decepcionada por la actitud de Lourdes. Pensaba que estaba cambiando, pero no. Se está comportando exactamente igual que antes.

Blue and red (adaptación martuli)Where stories live. Discover now