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Lunes, 5 de Julio.

Había pasado casi un mes desde el beso entre Lourdes y Martina, y al parecer ninguna pretendía hablar del tema. Martina estaba mucho mejor, solo faltaban dos sesiones más para terminar, pero se rehusaba a contar todo aquello que guardaba dentro, complicandole demasiado el trabajo a su terapeuta.

-Hola Lu- dice Martina apenas audible y Lourdes sonríe marcando sus hoyuelos.

La castaña toma su bolso en busca de algo que había traído para Martina, pero no encontró lo que supuso que tenía allí. Chasqueo con la lengua y golpeó suavemente su frente con la palma de su mano. La pequeña río ligeramente, haciendo que una melodía apenas audible brotará de sus finos labios. Lourdes la miró súbitamente.

-Te reíste, no puede ser. ¡Te reíste!- Exclamó feliz, y Martina bajo su mirada apenada. -Tienes la risa más hermosa que he escuchado- Lourdes dijo, y obligó a Martina a mirarla a los ojos levantando su mentón con suavidad.

-Miren que tenemos aquí, ¡la hermosa parejita del plantel!- Martin grito fingiendo emoción. Lourdes rodó los ojos y se reincorporó en su asiento.

-En serio tu no tienes amigos- Sé burlo riendo un poco y acomodo su cabello.

-Cállate, castaña estúpida. Te burlas de mi pero lo único que conseguiste para perder el tiempo fue a esta enferma- Espeto de forma cruel y Martina se sintió diminuta en ese momento, eso era ella, una enferma.

-No te voy a permitir que...-

Fue interrumpida; -¿Qué? ¿Qué te diga la verdad? Ay por favor, que sea tu noviesita no quiere decir que no puedas ver la realidad- Dijo, y antes de que Lourdes pudiera levantarse a ponerlo en su lugar ya se había marchado.

La castaña suspiro y le dedicó su mirada a Martina. Era palpable que las palabras de Martin lograron causar un fuerte impacto en ella. Su labio inferior temblaba como si estuviera a punto de llorar.

-No llores, mi amor, no. Él no sabe lo que dice, está mal.- Mascullo mientras acariciaba sus mejillas. Martina ni siquiera podía mirarla al rostro.

Lourdes beso la coronilla de la cabeza de Martina, y luego bajo hasta su mejilla.

-Eres lo mejor que me ha pasado, lo mejor.- Susurro despacio muy cerca de su oído y Martina se estremeció. Lourdes pego su cabeza contra la mejilla de Martina y volvió a dejar un beso allí.

Blue and red (adaptación martuli)Where stories live. Discover now