EL MAESTRO ESPIRITUAL

CAPÍTULOS DEL 31 AL 35

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CAPÍTULO 31. XU MUAN IZQUIERDA
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Por la tarde.

"Papá, ¿tienes que irte?" Xiao Xiaofan estaba inquieto.

Xu Muan asintió y dijo: "Me iré por un tiempo, tu padre cuidará de ti."

"Pero, pero... a veces el padre es tan feroz". Xiao Xiaofan tiró con inquietud de la ropa de Xu Muan, luciendo avergonzado.

Xu Muan sonrió y dijo: “Sé bueno y tu padre no será feroz. No solo no será feroz, sino que te dará mucha comida deliciosa."

"¿En realidad?" Xiao Xiaofan levantó la cabeza para mirar a Xu Muan y preguntó.

Xu Muan asintió y dijo: "¡Sí!"

Al escuchar que Xu Muan se iba, Xiao Xiaofan inicialmente estaba un poco preocupado, pero después de que Xu Muan lo consolara, se fue a dormir sin preocuparse.

Xiao Xiaodong miró a Xu Muan con ansiedad y susurró: “Papá, ¿realmente confías en él? Aunque ha cambiado mucho últimamente, pero en el pasado, él..."

"En realidad, papá también está un poco preocupado, pero tu segundo tío fue bueno contigo y papá no puede ignorarlo cuando está en problemas." Antes, cuando Xiao Xiaofan estaba gravemente enfermo, Xiao Jinfeng acababa de regresar. Indefenso, Xu Muan no tuvo más remedio que pedirle ayuda a Xiao Jinfeng. Xiao Jinfeng parecía insensible y desagradable, pero en realidad era afectuoso y los había ayudado en secreto varias veces.

Xiao Xiaodong asintió y dijo: "Lo sé."

"Aquí tienes veinte taels de plata. Si hay algo mal con tu padre, escapa a la ciudad con tu hermano y vive allí por un tiempo y espera a que papá regrese." Xu Muan instruyó.

Xiao Xiaodong asintió con la cabeza y dijo: "Entiendo."

Xiao Xiaodong miró hacia Xiao Xiaofan, Xiao Xiaofan estaba abrazando una esquina de la manta y durmiendo dulcemente. Xiao Xiaodong miró la apariencia despreocupada de Xiao Xiaofan y se quedó sin palabras.

Al día siguiente, antes del amanecer, Xu Muan estaba listo para partir. Xiao Jingting se despertó temprano en la mañana y le dio a Xu Muan otros 50 taeles de plata. “Es mejor que lleves más dinero para defenderte cuando te vas de casa."

"Pero nuestra familia también necesita plata". Xu Muan vaciló.

Xiao Jingting sonrió con indiferencia y dijo: “Está bien, no hay escasez de comida en casa. Ya he reservado los salarios de los dos sembradores espirituales de segundo nivel que contraté. Necesitas gastar dinero en todas partes cuando sales y mi segundo hermano mayor está lesionado. Una lesión ordinaria no debería significar nada para él. Como dicen que está gravemente herido, no creo que sea fácil de curar. Simplemente compre los materiales medicinales que necesita."

Xu Muan asintió y dijo: "Está bien, me voy."

Xiao Jingting asintió e instruyó: "Ten cuidado en el camino".

Xu Muan asintió y sintió una oleada de desgana en su corazón. Xu Muan lo presionó y se dio la vuelta para irse.

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"Despierten, hora de desayunar". Xiao Jingting llamó a la puerta de la habitación de Xiao Xiaodong y Xiao Xiaofan. 

Al escuchar que el desayuno estaba listo, Xiao Xiaofan saltó de la cama, se puso un par de pantuflas y salió felizmente.