EL MAESTRO ESPIRITUAL

CAPÍTULOS DEL 36 AL 40

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CAPÍTULO 36. LLEGÓ
EL SEGUNDO HERMANO
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Xiao Jingting sabía desde hace mucho tiempo que Xiao Jinfeng podría venir, por lo tanto, compró una cama pequeña. También llevó a los dos niños a dormir en la cama más pequeña mientras él y Xu Muan dormían en la cama más grande. Temiendo que Xiao Xiaofan no durmiera bien y rodara, Xiao Jingting compró una cama con barandillas.

Aunque ya tenía dos hijos, Xiao Jingting todavía era un poco tímido para compartir la cama con Xu Muan.

Xiao Jingting era tímido y Xu Muan también estaba un poco nervioso, por lo que los dos se acostaron en la cama un poco rígidos. Xiao Xiaofan estaba durmiendo, la casa estaba en silencio, pero Xiao Jingting aún podía escuchar claramente el sonido de Xiao Xiaofan dándose la vuelta y rechinando los dientes.

Xiao Jingting estiró su mano y agarró la mano de Xu Muan, Xu Muan tembló levemente pero no se movió, permitiendo que Xiao Jingting la agarrara.

Xiao Jingting lo encontró interesante y agarró la mano de Xu Muan con más fuerza.

Preocupado por su pensativo hijo mayor, Xiao Jingting no se atrevió a hacer nada más.

"¿Dormirá bien el segundo hermano mayor?" preguntó Xiao Jingting.

Xu Muan dudó antes de decir: "No lo sé."

Mu Shuyu y Xiao Jinfeng yacían en la misma cama. Se suponía que Mu Shuyu debía dormir en el suelo, pero, por supuesto, Xiao Jinfeng no podía dejar que Mu Shuyu, que era un Bio, durmiera en el suelo. Los dos discutieron antes de finalmente dormir en la misma cama.

El día siguiente.

Mu Shuyu se quedó en el patio ayudando a Xu Muan a recoger uvas, "Sr. Xu! Las uvas que estás cultivando son muy buenas."

Xu Muan asintió con orgullo y dijo: "Sí. Hermano Shuyu, ya no me llames Sr. Xu, solo llámame Muan".

"Está bien. Muan. Parece que tu esposo ya ha alcanzado el cuarto nivel de cultivo de Qi."

Xu Muan asintió y dijo: "¡Sí!" Xu Muan sospechaba un poco. Cuando se fue, Xiao Jingting aún no había avanzado. Escuchó de Xiaodong que Xiao Jingting avanzó poco después de que se fue, pero no sabía cómo Xiao Jingting logró hacer eso.

Mu Shuyu negó con la cabeza y dijo: "El hermano Jinfeng siempre decía que este hermano menor suyo era un holgazán, pero estaba equivocado."

"No realmente. Ha cambiado mucho recientemente". Dijo Xu Muan.

Mu Shuyu retiró la mirada y no hizo demasiadas preguntas. Después de recoger las uvas, los dos trabajaron juntos para entregar las uvas al Restaurante Yuehe.

"¡Xu Muan, has vuelto!" Zhou Ji, el dueño del restaurante, al ver a Xu Muan, habló con calidez.

Xu Muan asintió y dijo: "¡Sí! ¡Jefe Zhou, su negocio es cada vez más grande!" Xu Muan descubrió que el restaurante de Zhou Ji se expandió a la mitad. Con gente yendo y viniendo, su negocio florecía.

"Es todo gracias a su esposo. ¿Trajo las uvas?" preguntó Zhou Ji.

Desde que las uvas de Xiao Jingting comenzaron a venderse bien, varias familias habían seguido el ejemplo de Xiao Jingting y comenzaron a cultivar uvas, sin embargo, el sabor de las uvas que cultivaban no era bueno. Algunos de ellos sabían bien, pero el aura contenida en ellos estaba lejos de las que cultivaba Xiao Jingting.