MÍ Hermosa Mate.

-8#Capítulo-.

{Soy una chica, no un vaso de cristal...}

ESCRITORA#.

Jackson corría a una velocidad muy extrema, casi se podía diferenciar como un borrón, y claro Luis y los otros soldados no se quedaban atrás, ninguno comprendía muy bien lo que pasaba pero estaban a punto de descubrirlo.

En cambio, Jackson no podía estar más preocupado porque dejó de sentir miedo por parte de Su Mate, ahora solo sentía adrenalina.

—Recistan, por favor, ya casi llego —suplicó por link.

Sin saber en realidad que Su Mate ya no sentía miedo por el simple hecho de que Rubí les estaba dando una tremenda paliza, por decirlo así, ya que todo lo que hacía se quedaba corto a esa palabra.

La pelinegra había estado entrenando sus poderes con Nana durante esos 5 años y medio, cada mañana desde las 4:00am hasta las 1:00pm. Estudiaba su carrera de tarde, entrenaba de día, sin el más mínimo descanso, y aunque nunca lo admita, eso lo hacía para mantener su cabeza ocupada y no pensar en el castaño de ojos verdes que siempre ocuparía su corazón como hasta ahora lo ha hecho.

En este preciso momento ella luchaba con la mitad de su poder, porque sabía que si lo utilizaba completamente sería capaz de destrozar medio continente, y esa precisamente no era la idea, pero sin embargo era muy difícil contenerse contando que cada Rogue que eliminaba aparecían 3 más.

En un último segundo de desespero, sus ojos rojos carmesí brillaron con mucha intensidad, en ellos habitaban motas plateadas, mientras apretaba sus dientes sintiendo sus colmillos clavarse ligeramente en su mentón, inclinó ligeramente la cabeza hacia arriba mientras sus manos se alzaban, sus cuerpo entero vibraba gracias a la furia que crecía en su interior por su parte Vampírica con cada minuto que pasaba.

Convirtió sus manos en puños y los colocó a la altura de su pecho sin chocar los, para luego con un grito que desgarró su garganta chocarlos haciendo que todos los Rogues cerca de ella salgan volando por un fuerte impacto de viento, y por último desaparezcan...

Jackson, junto a Luis y los soldados se detuvieron a pocos metros de ella viendo impactados lo que había hecho, esos Rogues volaron por el aire con fuerza y después desaparecieron, en cambio ellos simplemente sintieron una suave brisa.

Jackson le cedió el control a Andrés, y Andrés rápidamente se convirtió en humano de nuevo, se colocó un mono de lana negro junto a una camiseta blanca y empecé a dirigirse hacia Su Mate sin perder tiempo.

Rubí bajó sus manos a sus costados sintiendo su cuerpo pesar y su respiración acelerada, y sin darse cuenta se desmayó, Andrés rápidamente corrió antes de que impactara contra el suelo y la atajó en el aire sosteniéndola entre sus brazos.

—Cielo —habló colocando una mano en su mejilla, Rubí estaba más pálida de lo normal y tenía los labios blancos, agudizó su oído y pudo escuchar el golpeteo de su corazón, soltó un suspiro y la examinó viendo que estaba en ropa interior.

Abrió sus ojos como platos y sintió sus orejas calientes, en cambio Jackson soltó un ronroneo. Andrés alzó su vista viendo a los demás soldados mirando hacia ellos.

—¡¡DENSE LA VUELTA, AHORA!! —rugió con los dientes apretados y los colmillos asomándose entre sus labios.

Los soldados dieron un respingo y obedecieron rápidamente más pálidos que un papel, Luis le tendió una manta con la vista en otro lado, Andrés la tomó y envolvió envolvió el cuerpo de Su Mate, para luego tomarla en brazos al estilo princesa.

—¿Está bien? —pregunta Alice acercándose con un mono de lana holgado y una camisa algo ancha, dejando ver que no era de la talla de la castaña.