MÍ Hermosa Mate.

-12#Capítulo-.

{¿Juntos?...}

Rubí#.

~Hola Diosito soy yo de nuevo~ pensé, mientras veía como a Nana se le caía el vaso.

—U-Ustedes.. yo.. nosotros —Nana se llevo las manos a la boca, sus ojos se llenaron de lágrimas y entonces suelta una palabrota dejándonos atónitos a Andrés y a mí.

—ESPEREN, QUE EL MUNDO DEJE DE GIRAR ¡¿NANA DICIENDO UNA PALABROTA?! —grita Lea desde mi interior igual de asombrada con el hocico abierto.

—¡YA MIS NIÑOS ESTÁN JUNTOS AHHH!! —Nana corrió a abrazarnos estrujandonos contra su pecho, cuando se separo empezó a besarnos repitadas beses la cara antes de separarse por completo —¿desde cuándo? ¿Ya se besaron? ¿Cómo es que no me han dicho nada? Quiero detalles —hablaba rápidamente sin dejarnos hablar, —tengo que llamar a los demás Niños, esto hay que celebrarlo, sabía que quedarían juntos, solo que ambos son tan cabezas duras que me estresaban.

—¡Nana! —nos quejamos Andrés y yo al mismo tiempo.

Ella nos ignoro mientras seguía pasando su dedo por la pantalla del celular, luego se lo llevó a la oreja sin dejar de sonreír.

—¡Alex! Tenemos que preparar una fiesta, si, si, —habló Nana saliendo de la habitación, pero antes se volteó y nos miró sería   —cuidadito con lo que hacen que no quiero volver a ser abuela tan pronto.

—¡Nana! —chillé toda roja, Andrés por su parte reía bajito ganándose un codazo de mi parte.

—Ya lo saben —murmuró Nana y salió de la habitación cerrando la puerta a su espalda.

Miré a mi Tua Cantante, quién ya me miraba mientras sonreía.

—¿Qué me miras? —pregunté frunciendo mis cejas pero sin dejar de sonreír.

—Lo hermosa que eres —contesto y pego sus labios de nuevo con los míos.

Sonreí en medio del beso a la vez que Andrés se separaba.

—¿Qué dices hermosa? ¿Quieres ser mi Mate oficialmente? —me miró directo a los ojos mientras se mordía su labio inferior.

—Aceptó, seamos pareja oficialmente —respondí sintiendo las mariposas en mi vientre.

—Espero que haya un próximo acepto y ese sea en nuestra boda —habló Lea toda sonriente.

Andrés sonrió ampliamente y cuando iba a besarme de nuevo me aparte dejándolo confundido.

—Pero quiero que hagamos una promesa antes —le pedí, —quiero que siempre seamos 100% sinceros, nada de mentiras, nada de ocultarnos cosas, nada de eso por favor ¿Lo prometes? —pido sintiendo mi corazón acelerado.

—Lo prometo cielo.

—Bien, yo también lo prometo —sonreí pegando mis labios a los suyos.

(♤•♤•♤)

—Espera un momento jovencita ¿YA SE BESARON? —grita Alice atónita.

Nos encontrábamos en la biblioteca de la mansión, yo traía un libro en mi regazo llamado 'la canción de Dorotea' es buenísimo, trata sobre una chica que al morir su padre toda la hacienda pasa a ser de ella, pero ella no pasa mucho tiempo en ella por lo que si guarda es quien la cuida, aunque empieza a ver cosas raras en ella, todas las cosas que le cuenta no le terminan de cuadrar por su edad y así descubrirá el mayor secreto que traía al contratarla.