MÍ Hermosa Mate.

-10#Capítulo-.

{Estúpido Mate...}

ANDRÉS#

Okey.. eso estuvo muy... eh.. ¿cómo decirlo?

—Inesperado —habla Jackson.

—Exacto.

Eso estuvo muy inesperado, y es interesante, me gustaría ver la relación de Rosa si no es porque me está dando la espal...

Y de pronto Rosa desapareció ante nuestros ojos.

—¿Qué.. ? —empezó a preguntar Mí Mate mirando el lugar vacío que era donde estaba Rosa anteriormente.

—¿Se.. fue? —pregunta Evan frunciendo su entrecejo mientras sus ojos volvían a la normalidad.

—No sabiondo, sigue ahí, sólo que tú te quedaste ciego —habló Jackson sarcástico y yo tuve que contener una sonrisa.

Al parecer no lo logré del todo porque sentí varias miradas en mi rostro, alcé mi vista topandome con cuatro pares de ojos mirándome fijamente.

—¿Qué...? —empecé a pregunté desconcertado.

—¿Dónde está? —pregunta Alice.

—¿Y yo que voy a... ? —empecé a formular la pregunta pero me interrumpieron.

—Sí que sabes, pasaste 5 años y medio con ella ¿no? Tiene que saber a donde fue, o al menos a donde pudo haber ido, —habló esta vez Rubí.

—Pues no lo sé, porque hablábamos cuando íbamos en busca de los idiotas de las cartas, de resto me la pasaba yo solo encerrado sin querer hablar con nadie, como loco buscando pistas para volver contigo —le respondí, y creo que sone un poquito más brusco y molesto de lo que pretendía.

Mí Mate volteó su mirada hacia otro lado tratando de que no viera como sus ojos se cristalizaron pero ya era tarde, bien....

Ya valió.

—Rubí.. no quise... —empecé a formular mientras me acercaba a ella pero, me callé cuando me miró con los ojos de color rojo con pequeños centelleantes plateados.

—No digas que... —se calló de golpe cuando sonó la gran alarma anunciando que nos invadían.

—Nos están invadiendo —susurró Adriel, y fue lo último que escuché antes de un fuerte impacto contra la puerta de la Mansión.

Y de pronto pude ver todo en cámara lenta, como los cristales salían volando, Evan se tiraba al suelo con su prima debajo de él y Adriel haciendo lo mismo con Mí Mate. Sentí mi cuerpo impactar contra el suelo, y un dolor punzante en mi pierna izquierda, pequeño vidrios raspar mi cara y brazos. Mis oídos pintaban, mis sentidos estaban nublados y lo peor es que no podía sentir o escuchar a Jackson dentro de mí, hasta que sentí como una densa y profunda oscuridad se apoderaba de mí.

RUBÍ#.

Mí cuerpo chocó contra el suelo pero no de una manera fuerte gracias a que Adriel me rodeaba con sus brazos, sentí unas raspaduras en mi cara, brazos y piernas descubiertas, como pequeña agujas clavarse en mi piel, podía oír también un pitido en la lejanía de mis oídos, abrí mis ojos y vi a Adriel con todo la cara raspada y llena de cristales rotos, vi que me hablaba pero yo no escuchaba nada, solo podía ver como movía sus labios rápidamente y sus ojos viajaban por toda mi cara.

—No te escucho —dije, o al menos eso creo porque no podía escuchar ni siquiera mi propia voz o respiración agitada por el fuerte impacto, y los latidos acelerados de mi corazón se sumaron a ese pitido hasta tal punto que estaba siendo insoportable.