MÍ Hermosa Mate.

-11#Capítulo-

{Te Quiero...}

RUBÍ#.

Una vez el doctor terminó de chequear a Andrés nos revisó a Evan, Adriel, Alice y a mí, nos recetó una pomada hecha especialmente para seres mágicos como nosotros, que nos las echábamos en las raspaduras y estas desaparecían instantáneamente.

Dijo que Andrés tendrá que tener reposo de la pierna por una semana o dos, ya que el vidrio casi toca el hueso y eso hubiese sido muy fatal para él, además de que también me felicitó a mí por haber tenido la valentía de quitar el vidrio.

—¿Cómo te sientes? —le pregunté a Andrés parada a su lado.

—Bien, creo —dijo con la mirada pérdida.

—Nana me acaba de decir que ya Luis está investigando quienes fueron lo que hicieron explotar la puerta.

Andrés me mira al oirme decir y asiente lentamente con la cabeza, para luego alargar su mano y tomar mi muñeca enroscando sus dedos, sentí esa familiar corriente eléctrica recorrer mi cuerpo poco a poco.

Luego di un suave jalón hasta que me tuvo enfrente de él, y di otro hasta hacerme sentar en su pierna buena, abrí mis ojos de par en par y tragué saliva.

—¿Qué estás haciendo? Te podría hacer daño—pregunté intentando levantarme pero no me dejó colocando un brazo alrededor de mi cintura.

—Estoy bien Cielo.

Iba a decirle que no me llamará así, que no tenía el derecho pero simplemente no pude, no tuve las fuerzas suficientes para hacerlo, simplemente me lo quedé mirando, devolviendo le la misma intensidad que él me daba a mí a través de los ojos.

Es como si estuviéramos teniendo una conversación que nunca podríamos llegar a formar con palabras, como si nos estuviéramos contándonos de todo y nada a la vez.

Alzó su mano y tras dudar la colocó en mi mejilla poniendo los pelillos de mi nuca de punta, para luego pegar su frente a la mía y cerrar sus ojos.

—Te Quiero Hermosa, desde nuestro primer encuentro lo he hecho, nunca he dejado de hacerlo, y creo que nunca dejaría de hacerlo. Te hice una promesa de conquistar te de nuevo si hacia falta, de volver a ganarme tu amor, tu cariño y eso es justo lo que voy a hacer.

Abrió sus ojos y me miró a los míos con un brillo en los suyos, y antes de que pudiera decir algo vi como cerraba sus ojos de nuevo y pegaba sus labios a los míos.

—AHHHHHHH ¡¡POR FIN!! YA ERA HORA! AHAHAHAHAHA —grito Lea desde mi interior haciéndome salir del shock en el que estaba.

Cerré mis ojos y le correspondí sintiendo mi corazón dar un salto.

Esto no podía estar pasando.

Esto tenía que ser un sueño.

¡¡PELLIZQUE MEN QUE ESTOY SOÑANDO!!

Sus labios eran suaves como la seda contra los míos, se movían lentamente como si supiera que era mi primer beso.

Muy bien, eso tendría que explicarlo más tarde, porque como me enteré de que haya sido Alice...

—MUJER QUIERES DEJAR DE PENSAR EN ESO, Y CONCENTRARTE EN QUE NUESTRO MATE NOS ESTA BESANDO —habla Lea al parecer furiosa.

Andrés se separó ligeramente de mí y volvió a pegar su frente a la mía.

—Vaya, toda esa espera valió la pena —hablo en voz baja seguido de soltar una pequeña risa ronca, y mi corazón no podía latir más rápido, creo que en cualquier momento tendría un infarto.