-18#Capítulo-.

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{La guerra se avecina...}

Rubí#.

Ya le habíamos explicado a Andrés lo que se podía significar mi sueño, y entonces salio furioso de la habitación, yo dejé a la pequeña Gaby con Nana antes de salir detrás de él, caminé por los pasillos intentando encontrarlo por medio de su olor.

Salí a un balcón del segundo piso que era donde se perdía su olor, ajuste mi vista y pude ver el cuerpo de Jackson corriendo entre los grandes arboles.

~Había saltado~pensé.

Di unos pasos hacia atrás, tomé una dos bolsos en uno de los compartimientos del balcón, antes de correr y con un impulso salte por encima de la baranda, cuando toqué el suelo estaba convertida en el cuerpo de Lea.

Agudice mis sentidos y siguiendome por mí olfato empecé a correr saliendo del patio de la mansión, y entrando al bosque. Corría todo lo que mis patas me lo permitían mientras ocultaba mi olor, con todo esto que estaba pasando era mejor prevenirse.

Eran más o menos las seis de la tarde, el sol se ocultaba dándole paso a la dueña de la noche junto a sus hijas, la luna y las estrellas, cubrían el cielo como un suave manto poco a poco, haciéndole saber a los depredadores que era su momento de salir a buscar a sus nuevas presas.

Seguí corriendo sintiendo el viento acariciar mi pelaje, a la lejanía pude ver a Jackson junto a ¿un vampiro? Pero si estamos en territorio de licántropos.

Me convertí en humana de nuevo quedando en ropa interior como siempre, me coloque un short y una camisa suelta junto a unos tenis. Empecé a escalar un árbol y me senté suavemente sobre una rama quedando oculta entre tantas hojas, las abrí ligeramente mirando entre ellas y agudizando mi oído.

-Te dije hace tiempo que el rey Arno volvería, te lo dije bien claro, pero de idiota no me hiciste caso, pudiste matarlo cuando tuviste la oportunidad, pero no lo hiciste imbéc*l -murmuró el Vampiro recostado contra un árbol.

Andrés inclino su cabeza hacia un lado y mostró una sonrisa sádica.

-Por lo menos he luchado con todo contra los enemigos que me han intentado atacar, no he huido como un estúpido dejando a mi gente sola y debilitada -habló mientras se sentaba sobre sus dos patas traseras.

El vampiro solto una gran carcajada sosteniendo su estómago.

-Por lo menos yo encontré a mi Alma justo días después de mi transformación, y no era una niña.

Pude ver como los ojos de mi Tua Cantante tomaron un destello grisáceo como su pelaje.

-Por lo menos la tengo a mi lado y no me abandono por un Alfa -mi Mate sonrió cuando al vampiro se le borro su sonrisa.

-Eres un... -el piel palida se le acercó a mi Tua Cantante y yo me puse en posición de saltarle encima.

-¿Un qué? -pregunta Andres, quién también se levantó dándole la cara, era muchísimo más grande que el vampiro.

-Un adicto al cigarrillo -respondió, haciendo que yo me quedé de piedra en donde estaba.

~¿Andrés fuma?~ pensé, llevando mi mano a mi boca para contener el fuerte quejido de asombro que me abordo.

-¿Y qué? Tu eres un sádico que le guste perseguir a las mujeres porque ninguna le hace caso -habló Andrés, y justo en ese momento pude ver como el vampiro se le tiro encima tomándolo por el cuello y cayendo al suelo.

MÍ Hermosa Mate.Where stories live. Discover now