El lado oscuro de la luna [TEEN WOLF]

Capítulo XX: El Zorro y el Sabueso (Parte I-A)

Era una simple ballesta lo que estaba frente a él, nada más ajustar unos cilindros, cambiar el hilo de tensión y ya, cosa que Allison podría haber hecho por sí misma sin problema. No obstante, su mente estaba hecha un lío intentando ordenar toda la información y conversaciones, encuentros y choques de la tarde previa y el amanecer de ese día y no era capaz de hacer su trabajo. Y ni siquiera sabía por qué su hija se había emperrado en ello, apareciendo frente a su puerta como niña a la que se le ha roto un muñeco (sin dejarle la opción de objetar nada). Es más, Chris juraría que había roto la ballesta a propósito.

Suspiró y observó bien el arma, dándose cuenta recién ahí de que Allison (no le cabía duda que había sido ella) había dibujado con un punzón el símbolo de las reliquias familiares de los Argent en un extremo de la ballesta ¿Acaso Kate le había enseñado el símbolo? ¿Y con qué intención la grabó cuando el arma jamás sobreviviría una eternidad como sí pasaba con el resto de las reliquias familiares? Porque ya lo sabían, esa ballesta se volvería polvo en cuanto Allison muriese porque ella, al igual que Peter con sus garras, había traído su arma desde el otro lado. Punto inconcebible para cualquier Caminante que hubiese morado en el lado oscuro de la luna, pero no para un jinete fantasma. El padre de Rafael incluso afirmó que Loraley también había traído sus garras del otro lado, acoplándolas a su Were-Mystic.

Había sido él quien les había explicado por qué Allison cazaba almas del otro lado y por qué tanto ella como Peter tenían dominio del otro lado, por qué el conocimiento llegaba a ellos, por qué habían podido crearse un sueño dentro de la oscuridad y por qué las sombras les huían aterradas. Ellos dos de alguna manera se habían convertido en jinetes de la cacería fantasmal. La razón de Allison se debía a que era una Matriarca de familia cazadora asesinada por un arma oscura (las flechas de un Oni untadas con sangre de Nogitsune, Stiles mismo les había confesado ese recuerdo), en tanto que Peter era el legendario "Alfa de Alfas" y un "adiestrador de bestias", un ser incapaz de transformarse en un Caminante. Por ello también los ojos rojos de los dos los diferenciaban del resto.

Y aunque Peter había insistido en que sus ojos eran de Alfa en el otro lado, el padre de Rafael había asegurado que mientras que los ojos de Allison eran los de un Demonio-Oni, los de Peter eran los auténticos ojos de la Bestia, no los de un simple Alfa. El hombre también había sostenido la teoría de que Loraley y Laura también eran jinetes. La primera por su sangre Calcavecchia ("No importa la manera en que naces ni la rareza en tu estructura, si tienes sangre Calcavecchia te vuelves automáticamente un jinete fantasmal. No puedes huir de la cacería y tu deber en ello"), en tanto que la joven Hale tenía la sangre contaminada con la oscuridad más tenebrosa al haber sido salvada su vida por los Skinwalkers.

En cuanto lo escuchó, lo recordó todo sobre aquella manada de Skinwalkers al otro lado de la frontera, en tierras baldías y pedregosas. Aquella de la que Deucalion les había contado sabiendo que irían a buscarla para salvar a la pequeña bebé Laura, ya que era la única manera de que viviese, y sabiendo también que si había alguien a quien los Skinwalkers ayudarían sería a ellos. Deucalion era el mejor estratega que habían conocido, él incluso les enseñó el armado de planes con un tablero de ajedrez (siendo Peter y Kate los más entusiastas por aprenderlo, sin saber ninguno de ellos que un día una muy enferma Claudia le enseñaría ese juego de estrategias a su hijo), y siempre supo respetar liderazgos y cadenas de poder y sabía bien que Talia, pese a ser la Alfa querida de Beacon Hills, era una loba un poco inestable emocionalmente hablando.

Por alguna razón que nadie supo nunca explicarse, Laura nació con el virus del moquillo canino y estuvo muchas veces a punto de morir, quedando su salud resentida para siempre pese al auxilio de los Skinwalkers. Y si ella hubiese muerto en aquel momento, Talia habría enloquecido o se habría transformado su carácter y mentalidad a tal grado que habría condenado al clan Hale para siempre, desestabilizando con ello todo el Condado de Beacon. Deucalion lo sabía. Chris todavía no sabía si todas esas especies de predicciones que había tenido se debían a su mentalidad estratega o a un poder conferido por su sangre demoníaca, quizás incluso se debiese a la ayuda prestada por psíquicos, pero lo cierto es que Talia enfureció al saber lo que habían hecho por Laura. Lejos de agradecérselos (porque jamás lo hizo), los acusó de haberse condenado al pactar con Skinwalkers, jurando que les haría pagar por lo que habían hecho.