━━ 4. premio.

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Luego de la carrera y de la victoria de Lewis, él y Bianca Wolff, que se encontraba cubierta aún en champagne de la que Lewis la había rociado, se dirigían al hogar de Aston Martin para felicitar a Sebastian por su P5.

Lewis ganando una carrera no era una sorpresa.

Después de todo, el auto era una maravilla y el piloto que lo conducía también, el hombre era una bestia, y con el podio de Russell, Mercedes se posicionaba como el equipo lidereando ambas competencias, la de pilotos y la de constructores, desde la primera carrera.

Sebastian acabando en quinto lugar, sin embargo, había sido algo increíble.

Sebastian Vettel era un piloto fantástico, después de todo 4 campeonatos mundiales hablaban por si solos, pero no era una sorpresa para nadie que los autos de Aston Martin no eran los mejores, y la temporada pasada lo confirmaba.
Incluso el lugar número 14 de Lance lo hacía.

Mientras la carrera aún seguía e iban por la última vuelta, Lewis pasó primero, seguido de Max Verstappen, con George Russell y Charles Leclerc por detrás, mientras que por primera vez en mucho tiempo, un Aston Martin venía quinto, y tanto presentadores como audiencia se asombraban al igual que el piloto del auto.

Una joven alemana se encontraba en el garage de Mercedes, en compañía de su padre, y una sonrisa que ya estaba en sus labios cuando sus pilotos consiguieron podio se ensanchó sin querer cuando notó la posición del piloto alemán.

Bianca no podía explicarse porqué estaba tan feliz por un hombre al que apenas conocía, pero desde el momento en él que la vió, Sebastian Vettel dejó una parte de si en ella, una que comenzaba a hacerla pensar en él cada vez más y sonreír cuando lo hacía.

(...)

¡Seb!

—¡Lewis!, felicidades por tu victoria.

—Gracias, pero veníamos a felicitarte a ti, fue una posición fantástica para un auto, bueno, ya sabes...

—¿Qué es una porquería? lo sé, gracias—.

Lewis rió ligeramente ante la sinceridad del Aston Martin.

—Si, bueno, no quería sonar tan duro, pero si, estamos muy felices por ti.

—¿Estamos?—.

Entonces una cabeza rubia que apenas llegaba se asomó detrás de Lewis para que Sebastian pudiera verla, e inmediatamente sonrió al verla ahí.

forbidden kisses | sebastian vettel Where stories live. Discover now