besos prohibidos | sebastian vettel
- sus besos sabían a champagne y locura,
sus manos sobre su cintura se sentían correctas,
su aroma a colonia costosa se mezclaba
perfectamente con el olor a deseo de ella.
no era correcto, ya se lo habían adverti...
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¡ este capítulo contiene escenas +18 !
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tú y yo frente a mi espejo.
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Sus manos sobre la tela del vestido de negro terciopelo, el tono de su voz caramelo y sus pasos inquietos.
Tan pronto como se subió al auto, la mano del hombre de Aston Martin se adueñó del muslo izquierdo de Bianca.
—¿Qué haces?
—Nada.
—Quítala.
—No.
—Te dije que la quites—.
Bianca tomó la mano de Sebastian, con la otra conducía, y sin quitar la mano de la autopista, consiguió atrapar la mano de la chica. La quitó con suavidad y la alejó de su pierna, mientras que la palma de su extremidad derecha volvía a posarse sobre el muslo de la copiloto, y está vez la apretó sin fuerza.
—No actúes como si no extrañarás mi tacto.
—No he tenido ningún problema con eso—.
Él apretó con fuerza la mandíbula, tratando de concentrarse en el camino. Apareció entonces el recuerdo de todas las veces que había visto a la rubia con cierto campeón mundial.
—Sabes que no puede tocarte como yo.
—Te sorprenderías de las habilidades que la gente esconde.—Murmuró con una sonrisa.
—Repite eso.—Ella se calló por unos segundos—Ahora.
—Dije que te sorprenderías de las habilidades que la gente esconde.
—Al menos aún me obedeces—.
Aunque lo dijo con una sonrisa tan arrogante como su tono de voz; la verdad era que trataba de controlarse a sí mismo, de no apretar con fuerza el muslo de Bianca y que supiera lo celoso que estaba.
El solo pensamiento de alguien más tocándola lo volvía loco. Le quemaba el corazón y la garganta.
—Recuérdame por qué estoy aquí de nuevo.
—Porque ya no podías soportar ni un segundo más lejos de mí—Dijo con una sonrisa.
Ella resopló.
—Hasta donde recuerdo yo me la estaba pasando muy bien, tú me obligaste a subir.
—¿Bien? estabas con Alonso, no van en la misma frase.
