Carta 125

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Me desperté con un perfecto aroma. Un aroma a café recién hecho. Me levante de la cama y mire por la ventana. Estaba lloviendo. El día estaba nublado,el día no tenía vida.

Me mire en el espejo e hice un mueca. No me gustaba mi cuerpo. Soy alto y delgado,digamos que la sociedad me aceptaba por mi físico,pero yo no me aceptaba.

-Todas las cosas que odias de ti mismo son perfectas.

Gire mi cabeza asustado. Sonreí por dentro.

-Te traje un poco de café-dijo al cerrar la puerta-lo preparé yo.

Se sentó en la cama y me acerque a ella. Tomé la taza y le di un pequeño sorbo. El sabor del café era delicioso.

-Es café mexicano.

-Sabe delicioso.

Era mordió su labio y me miro lentamente de pies a cabeza. Volvió a hacerlo,pero se detuvo en mi abdomen.

-Es irónico que seas un prototipo perfecto. Alto,esbelto,ojos azules... y que no te aceptes.

-¿Crees que soy perfecto?

-Digamos que tu belleza es de otro mundo.

-No pues sí-reí.

Era me seguía mirando. Hacia caras graciosas. Es como si quisiera tatuarme en su mente. Verla mirándome hacia que poco a poco me fuera enamorando más de ella.

El teléfono del hotel sonó. Tomé el teléfono y conteste.

-Buenos días,le informamos que la salida que tenia el día de hoy ha sido cancelada debido a la lluvia. El Director L les ha dado permiso para que salgan del hotel y paseen por las calles de por aquí. Que tengan un buen día.

-¿Quién era?-me preguntó.

-Supongo que recepción.

-¿Qué te dijo?

-Hay una mala y una buena¿Cual quieres primero?

-La buena.

-Saldremos del hotel.

-¿Y la mala?

-Que no iremos a ningún lado,se cancelo.

Era arrugó su frente.

-Osea,¿como?

-Me refiero a que a donde iríamos se cancelo por la lluvia,pero podremos salir del hotel.

Termine mi café y Era salio de la habitación. Me vestí y antes de salir de la habitación recordé el "Te pones chamarra cada que salgas" que me dijo me mamá antes de subir el avión. Mi cuerpo le hizo caso y tomé la chamarra más

caliente que tenía.

-¿Es verdad que se cancelo?-me preguntó Carlos.

-Sí,es verdad.

-Maldición,estaba muy emocionado.

-Pero podemos salir del hotel.

-¿En serio?

Asentí.

-¿Saldrás,verdad?

-¿Por qué lo dices?

-Por tu chamarra enorme. ¿Iras al polo norte?

María José y Era se empezaron a reír.

-Eres un idiota-le dije.


Salimos del hotel sin tener un rumbo. Veníamos Era,William,María José,Carlos,Hellen y yo.

Hellen se nos había unido.Por parte de Carlos era genial porque a el le gusta.

Creí que William era un hijo de puta como Noé,pero me equivoque. Bueno lo era un poco,pero es un chico super divertido.

Vagamos por las calles de la ciudad llenos de felicidad. Jamas creí encontrar personas tan divertidas y tan llenas de vida.

Nos divertimos como si tuviéramos 5 años. Corrimos, fuimos por helados-todos nos miraban como si estuviéramos locos porque hacia bastante frió y seguía lloviendo-contamos anécdotas de nuestra vida y contamos chistes sin sentidos.


-Rían y lloren. Brinquen y arrastrense. Griten y guarden silencio. Amen y odien. Coman saludable, atragantense de comida. Tengan sexo,pero protéjanse. Corran como si no existiera un mañana. Admiren a sus padres y no a un puto cantante. Aprovechen todas las oportunidades que le vida les ofrezca. Vean anime y pornografía. Vean caricaturas y novelas. Lean ficción y terror. Díganle a sus amigos,familia,mascotas y al mundo cuando los aman.

Aprovechen su vida jóvenes, de todo corazón les doy esté pequeño consejo. Puede que mañana ya estén muertos. No importa que religión sean, si creen o no en Dios. La vida es el mejor regalo.

El señor,Amadeo,después de que nos dijo esto nos hizo reflexionar. Fuimos a un teléfono publico y todos llamamos a nuestros seres queridos.

Amadeo solo tenía una pierna. Su mirada reflejaba amor y confianza.

Nos dio su numero telefónico y nos dijo que si lo necesitábamos lo llamáramos, que no importaba la hora,que el nos escucharía. Amadeo para mi era una de esas personas que valía la pena.









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