Carta 155

1.3K 118 3
                                    

En todo el día de ayer habíamos viajado en la camioneta. Cuando hablo todo el día, fue todo el día.

Todo por la culpa de Emma. La muy inteligente, según, había puesto atención a las ordenes del policía para poder llegar al Distrito federal. Pero por estar de zorra con Luke, dio todo mal y nos perdimos.

Hoy ya estábamos en el DF gracias a la existencia del GPS.  Llegamos al aeropuerto y nos sentamos en la sala de espera.

Ikal nos entregó nuestros boletos y personalmente se despidió de cada uno de nosotros. Yo estaba demasiado triste. No quería que fuera mi turno porque sé que lloraría a mares.

Dios mío. Era mi turno. Camine hasta Ikal y nos abrazamos.

-Mi pequeña niña. Wow. Contigo fue con quien me llevaba mejor. ¿Quién lo diría? Nunca extraño a mis alumnos porque son un desastre, pero tú tienes algo, y ese algo lo extrañaré por mucho tiempo.

Yo no decía nada, solo sonreía.

-Espero que esté viaje no lo olvides.  Nos veremos pronto señorita Riley.

Me entregó mi boleto y regresé a mi asiento.  Cheque el boleto y el  vuelo saldría a las 10:15 de la mañana. Eran las 10:10.  La voz mágica de los aeropuertos llamó a todos los pasajeros del vuelo hacia NY.  Era la última llamada.

Busque con la mirada a Jay y Amadeo, pero no los encontraba.

-Hera, debemos irnos.

Triste y desmotivada camine con los demás.  Yo quería despedirme de ellos.

Aborde el avión y me senté. Nadie se sentó a mi lado. Eso era más triste. El avión despegó. Miré a todos mis compañeros y lucían encantados y felices. Detuve mi mirada en Luke. El acaricia con lentitud el vientre de Emma.

Desde el día que peleamos nunca me miro. Bueno, al menos yo nunca he notado ni sentido que me miré.

Me acomodé en el asiento, saque mi teléfono y lo desbloquee.

Mire mi fondo de pantalla y el fondo de mi corazón  se quebró.

Una foto hermosa. Luke y yo con los brazos extendidos hacia el cielo en una montaña. Lucíamos como dos enamorados.

Ahora ya no éramos nada. El me daba a entender eso. Siempre me dio a entender eso. Pienso que el solo jugo conmigo. Tal vez estaba muy aburrido y me tomo como su juguete al cual podía botar cuando quisiera.

Sí, eso debo ser para él. Un simple juguete.

¿Por qué el amor es así? ¿Por qué es cruel? Yo solo soy una estúpida enamorada en busca de un poco de amor.

El me  voto una y otra vez y yo no entendía.  Nunca es tarde para  entender algo.

Tenía que ser fuerte. Tengo que serlo y poder superarlo.

Existe más de 2 millones de hombres en la tierra y yo solo he sufrido por uno.

Si voy a seguir sufriendo de amor, por lo menos que sea por medio millón, y no solo por uno. 

365 cartas para tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora