Carta 275

960 95 1
                                    


El taller de música después de la escuela era lo único bueno de mi vida. Escribir canciones y tocar un poco de guitarra me hacía sentir vivo. 

Lo que más me gustaba era que todos los alumnos éramos hombres, no es que tenga algo contra ellas, pero estar dos horas sin ellas es un buen respiro.

Hoy estábamos hablando de Bob Marley, uno de los grandes ídolos del profesor. No enseño al tocar algunas de sus canciones favoritas y nos platico de Bob. Antes de irnos el nos detuvo y nos pidió de nuevo que nos sentamos.

-Chicos,Bob Marley tenía mucha razón cuando dijo: "Puedes no ser su primero, su ultimo o su único. Ella amo antes y puede amar de nuevo. Pero si ella te ama ahora, ¿qué otra cosa importa? Ella no es perfecta, tú tampoco lo eres, y ustedes dos nunca serán perfectos. Pero si ella puede hacerte reír al menos una vez, te hace pensar dos veces, si admite ser humana y cometer errores, no la dejes ir y dale lo mejor de ti. Ella no va a recitarte poesía, no está pensando en ti en todo momento, pero te dará una parte de ella que sabe que podrías romper, su corazón.. No la lastimes, no la cambies, y no esperes de ella más de lo que puede darte. No analices. Sonríe cuando te haga feliz, grita cuando te haga enojar y extráñala cuando no esté. Ama con todo tu ser cuando recibas su amor. Porque no existen las chicas perfectas, pero siempre habrá una chica que es perfecta para ti."

Pensé en Hera. Quería llorar porque la había perdido.

El maestro nos dejó salir y me quedé sentado un rato más. Me recosté en la banca y cerré mis ojos.¿Cómo es que me permito ser tan estúpido? 

-Bebe,¿estas bien?-alcé mi mirada pensando que era Hera. Volví a recostarme y puse mis manos en mi cabeza. ¿Como pude pensar que era Hera? En primera, ella nunca me ha dicho "bebé" y en segunda, ella no es mía.

-Lu-dijo Melissa con su chillona voz-bebe.

-Estoy bien Melissa-dije molesto. Quería estar solo.-vete.

Levantó mi cabeza, se agachó y me miró a los ojos. 

-¿Que tienes?

-No tengo nada.

-Conduje más de 1600 kilómetros para venir a verte, contestame.

-Pues ahora conducirás otros 1600 kilómetros para irte.

Me dió una última mirada y se fue moviendo sus caderas exageradamente. Al momento en el que iba a volver a acostarme vi a Eithan mirándome. 

-¿Puedo ayudarte en algo?-me preguntó.

Tomé aire y mordí mi mano. 

-Estoy bien.

-¿Puedo ayudarte en algo?

-No, estoy bien.

-¿Puedo ayudarte en algo?-volvió a preguntar.

-¡No!¡Estoy bien!-grité.

-¿Puedo ayudarte en algo,Lucas?

Me levanté y me acerque a él tratando de intimidar.

-¿Por qué tratas de ayudarme?

-¿Por qué no hacerlo?

-Dame una razón.

Él se levantó,tomo su teclado y camino a la puerta.

-Hera. Lo estoy haciendo por ella. Porque ella te quiere. Ella me dijo que no te ayudará en nada, que eres muy estupido para valorar lo que unos hacen por ti, pero a mi no me importo. Tenemos mucho en común Lucas, pero bueno. Ten una buena noche,hasta mañana.

365 cartas para tiWhere stories live. Discover now