Carta 256

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Las lluvias de día de ayer no permitían la visibilidad por lo que el vuelo de Eithan se cancelo ayer. Esta mañana acompañe a Hera al aeropuerto para ir por Eithan, después de recogerlo ella me ayudaría con mi plan para reconquistar a Mel.

Esperamos a Eithan en una de las cuantas salas de espera del aeropuerto, llevábamos más de hora y media esperando. Yo traía mis audífonos  puestos, escuchando música al volumen máximo. Hera solo miraba a las personas con esperanza de que alguna de ellas fuera Eithan. Harto de esperar me levante y fui a una de esas maquinas donde hay comida dentro. Metí la moneda, pulse el numero 123 y la botella de agua cayó. Regresé y me pare frente a Hera. Su mirada aún seguía perdida en la gente. Me senté a su lado y roce su espalda. 

Minutos después, Hera regreso a la realidad y se levantó. Me miró haciendo un puchero, me levante quedando al frente y miré detrás de ella. No hice ningún gesto, pero por dentro me estaba rompiendo. Eithan venía caminando con su maleta en una mano y en otra llevaba un gran ramo de girasoles,las flores favoritas de Hera.

Ella volteó, sus ojos revelaban esperanza de encontrarlo, la esperanza llegó y sus ojos pasaron de tristes a felices. Brillaron como una estrella. Su mirada regreso a la mía y me sonrió. Volvió a girarse y corrió hacia Eithan. 

Él dejo caer su maleta y el ramo de flores, la cargo y comenzó a dar vueltas lentamente. Hera se bajo de él y se miraron a los ojos. Eithan sonrió y sus ojos empezaron a ponerse rojos. Lagrimas comenzaron a salir, ella las limpio y besó sus labios. Un enorme nudo se hizo en mi garganta.

Baje mi mirada, me sentía perdido. Los recuerdos de nosotros, de mi junto a Hera, comenzaron a atacarme. No sabia que hacer,no sabia como defenderme. La armadura la había dejado en casa junto a mis armas, probablemente mi corazón saldrá sin latir de esta pequeña guerra de sentimientos.

Alcé lentamente mi mirada, Hera ya tenia el ramo de flores en sus manos, los dos caminaron hacia mi. Eithan extendió sus brazos y me dio un abrazo. Mi enemigo me abrazaba. Le devolví el abrazo para no quedar como un completo idiota.

Sin hablar, los tres caminamos juntos a mi auto. Ellos tomados de la mano y yo,bueno. Llegamos y abrí la cajuela, metí la maleta de Eithan, cerré la puerta y luego entre al auto.

-¿A donde te llevo?-le pregunté a Eithan.

-A casa de mi madre por favor.

Asentí y prendí el auto.

-¿Tienes planes para hoy?-le preguntó Eithan a su novia.

Hera mordió sus labios y me miro.

-Me ayudara con un asunto-contesté-¿te molesta?

-No,para nada. 

-Puedes venir con nosotros,si quieres.-le dijo Hera.

-No quiero hacer mal tercio-dijo mirándome por el retrovisor.



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