Carta 139

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Horas después de llegar al hotel, nos informaron que hoy no saldríamos porque teníamos que descansar, ya que el viaje fue demasiado largo.

Desempaque-como siempre que llegó a un hotel-mis cosas y me di una ducha rápida.

Está vez solo me tocó quedarme con Carlos.

Cuando salí de ducharme, la habitación de Carlos estaba emparejada, algo raro porque siempre estaba abierta, me acerque un poco a la puerta y se escuchaban varias voces.

-¿Por qué no son novios?-esa era la voz de Hellen.

-Se verían perfectos, son el uno para el otro.-contestó Carlos.

-Aunque me duela admitirlo,ellos tienen razón Hera.-dijo Jay.

-Todo es complicado-miré por el pequeño espacio y esa era Hera-no es tan fácil como parece.

-¿Complicado?¿Que tiene de complicado?-le preguntó Jay.

-No lo sé,odio esto.

Hellen camino hasta ella y la abrazo.

-Amiga¿por qué lo odias?

-Es que no entiendo mis sentimientos.

-Es fácil entenderlos-le admitió Jay-la única que se complica eres tú. La respuesta ya la tienes, solo te haces tonta.

-Solo díselo, dile que lo amas, que lo necesitas, que es lo que más deseas. Que has esperado por el todo esté tiempo.-le suplico Carlos.- El está aquí, cerca de ti.

Jay tomo su mano.

-Dilo, puede que te arrepientas.

-Pero...y si en ves de ser felices juntos, somos infelices.

-La relaciones tienen altas y bajas, ya es de ustedes que mantengan las altas. dijo Hellen.

-Lo diré cuando esté lista.

-Tú naciste lista.

-No es verdad.

-Sabes que sí lo es.

-Mañana se lo diré.

-Júralo por lo que mas amas.-le rogó Carlos.

-Lo estoy jurando por el,es más que necesario-dijo Hera.

Jay y Hera se abrazaron con ternura. Algo dentro de mi comenzaba a quemarse, mis sentimientos ya estaban ardiendo de dolor, pedían piedad. Frente a mis ojos veía como esos dos tórtolos acomodaban sus sentimientos para decirse lo tanto que se amaban.El decirle que aún la amaba no sirvió de nada.

Que curiosa forma de amar tiene ella, destruye totalmente todo lo que dice amar.




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