Carta 206

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Hoy era el tercer y penúltimo día de Hera en Sídney ya que mañana se regresaría a su nuevo hogar junto a su novio en Tasmania. Ayer había sido un buen día, Hera y yo cruzamos como 20 palabras y para mí, eso era maravilloso.

Este día el universo estaba de mi lado, Eithan tuvo que regresar de urgencia a Tasmania por un compromiso familiar, él le dijo a Hera que se quedara-ya que por ella viajó hasta acá- y ella aceptó. Lo mejor de todo era que ella se quedaría en mi casa.

Después de unas cuantas horas, mi madre y Hera regresaron del centro comercial con muchísimas bolsas. Luego el teléfono de mi mamá sonó y ella contestó. Al terminar la llamada hizo una mueca.

-Tengo que irme, Kassy - una de sus mejores amigas.- está en el hospital.

Se despidió de nosotros y salió corriendo de la casa.

-¿Quieres que te ayude a subir las bolsas?-le pregunté.

Ella negó y fue subiendo las bolsas de poco a poco. Luego de unos segundos me desespere y le ayude sin su aprobación.

-Te dije que no me ayudaras.-me reclamo y se sentó en el sillón.

-Me desespere, eres muy lenta.

-Cálmate flash.

Reí y ella sonrió mostrando sus dientes.

-Tu barba te hace ver más...

-¿Más qué?

-...más gua...feo.

-¿Ibas a decir guapo?

-No, nunca en mi vida.

-Claro que sí. Ibas a decir que me veo más guapo con barba.

-No iba a decir eso.-empezaba a ponerse nerviosa.

-Que sí.

-Que no.

-Que sí.

-Que no.

-Que no.-dije para que se equivocara.

-Dios mío, que sí.-¡Bingo, funciono! Hera tapo su boca.

-Vez, te lo dije. Pero, estoy pensando en quitármela.

-¿Por qué?

-No lo sé, a las chicas no les gusta. Con esta barba no podre ligar.

-Dios.-rodó los ojos.-sigues siendo el mismo idiota.

-Era broma.-golpee su hombro.

Nos quedamos en silencio por unos minutos.

-¿Cómo va todo con Eithan?

-Mierda Luke, si quieres hablar conmigo no lo metas a él.

-¿Por qué?

-Porque tú no quieres escuchar las maravillas que hablaré sobre él.

-Entonces, ah. ¿Lista para la escuela?

-Que estúpido eres.-me sonrió.

-Lo siento, fue lo único que se me ocurrió. Estoy nervioso.

-Y sí, sí estoy lista para la escuela.

-¿Hablas en serio?

-Sí, supongo que tu no.

-No es que no esté listo, es solo que estoy preocupado.

-¿Por qué?

-Bueno, porque puede que nos separen de grupos. Ya sabes, en el último año siempre separan los grupos para hacer nuevos amigos. Yo no quiero nuevos amigos, te tengo a ti y así estoy bien.

-Los cambios son buenos.

-Desde que te conocí mi vida cambio y no fue nada bueno.

-¿Por qué?- bajó su mirada.

-Me termine enamorando como un loco de ti.


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