XI

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Según Morhen, Valvolux estaba al suroeste de las Alturas de Tagan. Y según lo que ella sabía en ese lugar deberían encontrarse Tyrest, Durax, Ultirex y Tetrahex. O tal vez sí estuvieron ahí y Alagoth tuvo que conquistar ese pedazo de territorio para establecerse. Una suposición viable juzgando por lo que vio.

Cuando Morhen aterrizó en la orilla de Valvolux, Raegan pidió amablemente al Predacon que le diera el mapa que ellos poseían, y para su suerte, Morhen era un Predacon amigable y servicial así que de sus ópticos emitió el mapa que tenía registrado en su cabeza. Grandes diferencias y sorpresa, Ky-Alexia se encontraba al Este de las Alturas de Tagan. Eso respondía a los avistamientos de la Fortaleza Negra en su ciudad. Berserker y Grimjaquez grabaron el mapa, uno en su brazalete y el otro en su yelmo crestado.

Siguiente movimiento: encontrarse con el resto de los Dreads.

—Muy bien. ¿Dónde citaste a tu clan, Berserker? —Dirigió su mirada hacia el mencionado.

—Acordamos reunirnos en el bar Golden Stopcock —respondió—. Algunos más nos esperarán cerca de la arena de Valvolux. Se encargarán de rastrear naves que podamos usar.

Raegan asintió.

—Morhen quédate aquí. Regresaremos en dos horas, si no volvemos o no te avisamos después de ese tiempo...

—Estaré atento a todo. No se preocupe.

Los seis cybertronianos caminaron lejos de Morhen después de eso. El sector de entretenimiento de Valvolux era especial: eran de las pocas ciudades que sin importar la crisis que pasaba, seguía en pie. Todos podían estar ahí, ya sean autobots o decepticons, mientras puedas pagarlo. Dicho bien conocido en MacCadam's Oil House.

El lugar a donde iban era el mejor bar en Valvolux: Golden Stopcock. Berserker comentó que su clan suele reunirse en ese bar a menudo, muchas veces era para ir a beber porque tuvieron una cacería exitosa o porque acordaron verse con algún cliente. Y pocas veces son convocados a una reunión general. Sin embargo, había de tener cuidado porque, así como se reunían miembros del clan de los Dreads, lo hacían otros cazadores, tanto en grupo como en solitario. De estos hay que tener especial cuidado. No solo de ellos, sino que de cualquier decepticon que vean que se encuentre en el bar y sirva como informante para que el resto sepa de su ubicación.

Su cabeza ya tenía un precio alto.

Al abrir, luces violetas y verdes fosforescentes invadieron sus ópticos, además de ver luces neón adornar paredes pudo apreciar lo que era "el bajo mundo". En ese bar no tenía fama de tener una ley que regule la violencia, por lo que le sacó un susto que los primeros bots que viera estuvieran peleándose justamente en la entrada. Por eso, debía cargar siempre y tener puesta esa tela en la cabeza. No ha de ser que la identificaran...

Una vez puesta la tela sobre su cabeza, Berserker y Grimjaquez entraron junto con ella y el resto de la guardia. Evadieron a los dos bots que se peleaban y se adentraron más. Era oscuro pero la iluminación con colores neón hacía más fácil, aunque no menos visible. El ruido... el ruido era mucho del que podía tolerar.

«Bienvenida a la jungla.»

Siguieron a Berserker quien fue a detenerse en la barra. Recargó sus hombros en esta y tocó tres veces la superficie con su dedo índice: el bot bartender se acercó a los pocos segundos.

―¿Qué se le ofrece?

Berserker se limitó a sacar un circulo de metal, parecido a una placa no más grande que la palma de su mano. Lo que alcanzó a ver de esa placa era que en medio tenía un emblema, la figura le era familiar: un casco de perfil, con picos por debajo de la mandíbula siendo el más grande el que se encontraba en la barbilla, tres cuernos alineados desde la parte frontal de la cabeza hasta el centro de la parte parietal, con dos cuernos curvos en sus sienes. Cuencas vacías y con la zona de la boca completamente cubierta.

La Última Vargueryon (TF Fic)Where stories live. Discover now