XIII

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Lo único que hicieron al llegar fue descansar. Los dos vehicons que se unieron a ellos ayudaron en quitar y borrar los registros de las naves de la red decepticon por completo. El resto del grupo de Berserker fueron a recibirlos informando que hay suficientes recursos para armar el lugar y que su campamento será el primero en ser probado. Ella y los demás les dan las noticias de su integración al Clan de los Dreads y el incremento de personal.

No era necesario decir que Blitzwing estaba con ellos, él mismo se encargó de ponerlos a la defensiva cuando apareció Random detrás de los cazadores.

Un bando compuesto por un clan, una cazadora en solitario, dos vehicons desertores, un youngling y diez predacons enormes junto con un Vargueryon a la cabeza. Los dos bandos se verían en aprietos si llegan a saber de esa formación...

Daygon salió corriendo de la Fortaleza Negra a recibirlos, en especial a Raegan. Saltó a ella y esta lo atrapó en el aire.

—¿Cuidaste bien el lugar, Daygon?

—Todo está en orden. ¡Trajiste a mucha gente! ¡Increíble!

—No sabía que ya tenías un hijo —comentó Icy poniéndose a su lado.

Daygon de inmediato se tensó y se encogió en el torso de Raegan.

—No es mi hijo —aclaró ella—. Es un niño que encontramos en Fort Scyk, después de que fuera devastada. Nos lo llevamos con nosotros desde entonces.

—Solo por decir... —empezó Macarys acercándose un poco por el lado izquierdo de Raegan— ¿no te parece que tiene un diseño peculiar? Casi que esos alerones parecer ser más alas predacon.

—¡No lo soy! —Gritó Daygon removiéndose en Raegan, segundos después su rostro mostró duda.

Pasos agigantados retumbaron el suelo: al mirar hacia arriba, dieron con la figura de Alagoth quien solo sacó la mitad de su cuerpo fuera de la fortaleza. Raegan notó que sus nuevos compañeros retrocedieron ante él, mientras que ella y los primeros cazadores y sus guardias permanecieron en su lugar. La cabeza del predacon mayor se giró a ellos y empezó a acercarse.

—Bueno, en mis años de existencia, nunca que oído del nacimiento de nuevos predacons. Hay bastante tiempo de separación entre la extinción de nuestra especie y de la guerra en Cybertron. Aun así —los ópticos de Alagoth fueron a dar en el youngling—, no lo descarto... Es un niño bien portado. Debe ser el más valiente que he conocido en mi vida. Ni un ápice de miedo. Como debe ser el futuro de nuestro planeta.

El youngling sonrió ante el comentario del predacon. A Raegan le dio curiosidad saber qué fue lo que estos dos estuvieron haciendo para que Alagoth dijera eso con tal... Amabilidad.

Dejó a Daygon en el suelo.

—¿Qué estuviste haciendo?

—Pues... Quería ir con ustedes —Raegan alzó una ceja—. Alagoth me vio y me mandó a llamar. No hicimos mucha cosa, solamente tuvimos un momento para ponerse al día. Ya sabes: cómo fueron las cosas antes de la guerra, cómo era la ciudad de dónde provengo... Él me contó sobre la vez que fue a cazar Drillers. ¡GUSANOS ENORMES, MÁS GRANDES QUE ÉL! Una vez hizo que uno chocara con una montaña y esa montaña se hizo pedazos.

Santo Primus. El predacon lo cautivó.

—Lo que importa, querida —Alagoth habló—, es que supe detenerlo antes de que le ocurriera algo. No sabría qué decirte si te enterabas que le ocurrió algo, y es mi deber asegurarme que mis invitados se encuentren bien y cómodos.

Con eso pudo fácilmente ganarse al niño, la reacción de Daygon fue correr hacia el hocico del predacon y abrazarlo. La mirada de Alagoth no estaba en él, sino en ella. Algo le decía que ese Rey Predacon quería acercarse más a ella, porque esa distancia física no pareciera ser suficiente para él.

La Última Vargueryon (TF Fic)Where stories live. Discover now