La Última Vargueryon (TF Fic)

XVII

A Raegan le tomó por sorpresa ver a los nueve Predacons traer a un gran número de cybertronianos, entre ellos soldados decepticons y Vargueryon que fueron separados de los refugiados por los cazadores encabezados por los escuadrones de Berserker, Skulk y Feral. Rodeados de Predacons y cazadores, los soldados desertores tuvieron una audiencia con Raegan y sus ya nombrados generales de guerra. Grimjaquez se encargó del grupo de soldados Vargueryon dándole prioridad a estos.

―Me es difícil creer que ustedes, antes bajo el mando del traidor y usurpador de Maen Vargueryon, tengan todavía dignidad para venir y mostrarse ante nosotros. Después de abandonar dos veces a sus líderes Vargueryon, nos es imposible no pensar que su lealtad sea tan voluble.

Raegan a lado de Blitzwing observaban al general de su guardia, con su lanza en mano cuestionar a la infantería de su familia. Aunque los dos se mantuvieron callados, la mirada de Raegan estaba en los soldados, y estos la sentían y los ponía nerviosos. Se sentía la tensión. Había oído que Morhen iba a ser usado como intimidación para que los soldados se la pensaran bien. Con eso en mente, dudaba que dijeran que no.

Sin embargo, la historia fue distinta: oyó aleteos mientras Grimjaquez seguía hablando, pensó que era el momento en que Morhen haría su entrada, en vez de eso no eran sus gruñidos los que resonaron en el exterior. Eran los de Alagoth.

El recién declarado diarca Predacon cruzó el umbral de la fortaleza, su sombra cubrió a los bots más cercanos, sus garras amenazaron con aplastar a los soldados Vargueryon delante de Grimjaquez. Sin embargo, no hizo nada más que mantener la mirada sobre ellos, caminar y ponerse detrás de Grimjaquez; acto seguido, Alagoth lanzó un alarido corto de advertencia, su sola presencia fue suficiente para que los soldados se decidieran más rápido. Raegan y Blitzwing miraron a Alagoth con cierta preocupación, miró también hacia Grimjaquez quien se vio claramente confundido, pero rápido entendió e hizo su parte.

―No sabría decirles si estamos agradecidos por su servicio, pero les presento dos opciones. Vuelvan a jurar lealtad a un verdadero descendiente de Daerys Vargueryon, reconozcan a Raegan como su Señora. O pueden hablar por ustedes ahora mismo, declarar su verdadera lealtad, y de una vez lo digo: sepan que morirán... gritando y ardiendo.

Alagoth no ocupó decir nada más que seguir gruñendo e insinuar que en cualquier momento escupiría fuego al primer traidor que viera. Los soldados, intimidados y asustados terminaron por arrodillarse y declarar nuevamente su juramento hacia Raegan. Los decepticon que desertaron la tuvieron más fácil debido a que Blitzwing fue quien se encargó de hablar y asegurarse de que no fueran a traer problemas. Con decir que tenían la opción de pelear con ellos o quedarse y ayudar hubo más resultados; les aseguraron también que nadie los perseguiría, aunque sí tendrían un óptico sobre ellos.

Luego de esto, Raegan tuvo tiempo para ver en persona a los refugiados. Para la vista de todos fue agradable verla, muchos la rodearon y le exclamaron su gratitud, principalmente su gente estuvo más aliviada y agradecida de volver a verla y estar fuera de la opresión de Maen y los decepticon. Después de mucho tiempo, volvió a sentir que estaba en el ojo del huracán, sintió en el fondo de su Spark el creciente sentimiento, el peso de cargar con la vida de su pueblo. Por ahora son apenas docenas, pero el número incrementará a miles. Claro, cuando obtienes el poder para voltear la situación a tu favor, el miedo, las inseguridades desaparecen, y la confianza y arrogancia se engrandecen. Y eso no suele terminar bonito.

Raegan miraba a su alrededor, sin poder procesar bien el aura desoladora que emanaba estar entre toda esa gente. Ahora se preguntaba más que nunca si estaba ahí para ganar la guerra o para sobrevivir. ¿Luchaba para defender una ideología, su honor o la vida de millones?

Su familia se metió por apoyo a una ideología y esa los condenó. Y terminó involucrándose más por culpa de su hermano. Quien la apoya ahora es un Rey Predacon, un viejo amigo de su familia.