Yizhan.

Mi Corazón es Tuyo.

- Emperador.- El escolta se notaba un tanto inquieto.- ¿Me permite decirle algo?

- Adelante.- Yibo levantó la mirada para observar al hombre alto y un tanto nervioso a su lado.

- Ya han transcurrido algunos días desde su llegada a Liang. ¿No cree que es tiempo de regresar?.- Rápidamente hizo una reverencia.- Pido disculpas por mi atrevimiento.

- De hecho...- Suspiró.- Estoy pensando en regresar.

- No lo tome a mal. Solo lo dije porque ha pasado muy poco tiempo en su hogar, no ha podido descansar correctamente y siendo sincero.- Hizo una pausa y rasco su nuca.

- Sabes que puedes hablar cómodamente.

- En su ausencia, siempre es el primer ministro quien se encarga de los asuntos del reino. Aunque sea un hombre capaz, no creo que sea bueno dejarlo tomar tanto el control, luego querrá más y más. Al la larga será un problema. Sabe que siempre ha querido estar vinculado a la familia real.

- Siempre he dicho que en lugar de mi escolta debiste ser un oficial en mi corte.- Dibujó media sonrisa.

- Me siento mucho mejor estando a su lado y cuidando de usted.- Sonrió.

- Gracias por el consejo.- Asintió.- Espero que todos mis hombres sean así de leal como tu. Otros en tu lugar me hubieran instado a mantenerme aquí y vivir despreocupado.- Se levantó de su asiento.- Hoy es la fiesta que el emperador preparó para mí. Asistiré y de paso me despedire. Regresaremos a Yang mañana.

- Bien.- Bajo la mirada al cinturón del alfa y se sorprendió.- Majestad ¿Y su daga? ¿La extravió? ¿Quiere que ordene buscarla?

- No es necesario.- Agitó su mano.- Se la obsequie al 13 avo príncipe.

- ¿Como?.- Se sorprendió.- ¿Acaso ese no fue el regalo de su padre cuando ascendió al trono?

- Así es.- Sonrió.

- Es algo muy valioso.

- Lo sé.- Volvió a sonreír.- La persona a quien se la otorgue también es valiosa.

- Ahora que lo menciona.- El joven dibujó una gran sonrisa.- El 13 avo príncipe es increíble. No puedo creer que sea un omega. ¿Lo vio luchar? Sus habilidades fueron limpias y espectaculares.- Suspiró.- No menosprecio a nuestros generales pero es una lástima que no sea uno de los nuestros.

- ¿Te gustaría que fuera tu general?.- Arqueo una ceja y sonrió.

- Bueno...- Rasco su nuca.- No es como si me fuera a quejar.

- Tú...- Lo apuntó y luego soltó una carcajada.- Siempre has tenido un buen ojo para las personas.- Caminó hacia su balcón y se quedó viendo hacia la habitación del 13 avo príncipe.- Tienes razón...el 13 avo príncipe es un ser especial.

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El inquieto príncipe caminaba de un lado a otro dentro de la gran habitación mientras sostenia aquel obsequio que se le había sido entregado antes. Mordiendo ligeramente su labio mientras arrugaba casualmente su ceño, parecía estar en medio de una platica consigo mismo.

Shaham, su hombre de confianza lo veía desde la distancia. El alfa conocía a aquel omega de forma tan perfecta, sabía que en aquel momento su joven amo se encontraba en conflicto con sus pensamientos.

- ¡Su Majestad El emperador y su Alteza La Emperatriz han llegado!.- La voz provino desde afuera de la habitación, luego las puertas se abrieron y tras ellas se encontraban los emperadores de Liang.