Paseo.

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Los habitantes de la ciudad de Yang paseaban por sus calles casualmente sin imaginarse que miembros de la realeza se mezclaban entre ellos. Esa tarde, vestidos con trajes sencillos y de aspecto humilde, tanto el emperador de Yang como su rey consorte recorrieron algunas calles de Yang.

Tomados de la mano caminaron por sus calles las cuales lucían ruidosas y animadas. El alfa le platicaba a su omega sobre cada cosa que veía, sobre cada lugar e incluso objeto.

Aunque no era del todo distinto que su natal Liang, la ciudad de Yang tenía algunas cosas que lograban captar la atención del joven y emocionado rey consorte.

Era difícil no dejar de mirar al par de elegantes jóvenes que caminaban tomados de las manos por aquellas calles. Sobre todo, era difícil dejar de admirar a aquel pelinegro que caminaba con gracia y sonrisa única cargando aquel lindo y redondo vientre.

Se podía escuchar claramente el murmullo de las personas a su paso pero tanto el emperador como su rey consorte ignoraban esto, su atención se había enfocado en aquel momento agradable que estaban pasando juntos, en la calidez que emanaba de sus manos aferradas las unas a las otras, en el suave roce de sus hombros.

Era un dulce y romántico momento.

- ¿Tienes hambre?.- El alfa tiró suavemente de la mano de su omega.

- Mucha.- Sonrió.

- Busquemos algo para comer.

- ¡Hermano!.- Un joven corrió hacía ellos.- ¡Hermano!

- Li'An.- Yibo suspiró.- Te he dicho que no andes corriendo por ahí. Sabes que no es bueno en tu estado.

- Hermano, por allá hay un puesto de juegos.- Su sonrisa era enorme.- Quiero ir ¿Puedo?

- Li'An.- Frotó su entrecejo.

- Vamos hermano.- Tiró de su brazo.- Dejame ir. ¿De acuerdo?.

- Déjalo ir.- Zhan tiró de su mano.- Permitele que se divierta.

- Sabes que no puedes estar solo. No traje a los guardias conmigo.- Le dio una mirada al alfa que se encontraba a unos pasos detrás de ellos.

- No soy una niñera.- Shaham arqueo una ceja.

- Lo sé.- Yibo formó una mueca.- Tampoco lo pondría bajo tu cuidado.

- Suficiente.- Zhan soltó una carcajada.- Shaham...

- ¿Majestad?.- El alfa contestó con respeto.

- Por favor acompañalo.

- Zhan.- Yibo frunció levemente el ceño.

- Piensa en él como si me estuvieras protegiendo a mí.- El omega le sonrió a su hombre de confianza.

- Lo haré porque es usted quien lo quiere así.- Le dio una mirada al joven sonriente.- Andando.

- Gracias cuñado.- El joven príncipe sonrió con alegría.- Vamos.- Trató de tomar el brazo de Shaham.

- No toques.- Este retrocedió.

- Bien.- Corrió hacia el puesto.

- ¡Que no corras!.- Yibo se agitó.- ¿Eres un niño?

- Solo dejalo ser.- Tiró del brazo de su alfa.

- No me gusta que mi hermano esté por ahí.- Frunció el ceño.

- Él está seguro. Shaham es una persona responsable. Puedes estar seguro que lo va a proteger.

- No lo sé.- Se quedó viendo hacia el lugar donde fue su hermano.

- Yo creo que lo que le molesta es otra cosa.- Sonrió.

Yizhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora