Confesión.

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Ambos omegas se encontraban viéndose a la cara finalmente. En aquella habitación sólo se encontraban ellos dos, no había nadie más con ellos, nadie que pudiera entrometerse en la plática de estas dos personas.

Xiao Zhan seguía de pie a unos pocos metros de la cama de la emperatriz. No dejaba de mirar su pálido rostro tratando de adivinar que pasaba por su cabeza en ese instante.

Lian Hua por su parte se quedó viendo al rey consorte quien mostraba una notable preocupación por medio a su ceño levemente fruncido.

Quizás quien lo viera desde afuera sentiría que aquel ambiente era un tanto tenso pero a pesar del silencio y la incertidumbre, ninguno de los dos omegas experimentó tal tensión.

- ¿Majestad?.- Zhan habló en tono pausado.

- No te quedes allí.- Se hizo a un lado.- Siéntate.

- Gracias.- Caminó hacía la cama y se sentó quedando de frente a la emperatriz.- ¿Ya se encuentra mejor?

- No.- Una amarga sonrisa se dibujó en sus labios.- Creo que durante mucho tiempo no llegaré a sentirme bien.

- Imagino como debe sentirse en este momento...

- Quiero hacerte una pregunta.- Lo interrumpió.- Por favor, espero que seas sincero conmigo.

- Claro. Pregunte lo que desee, este súbdito le jura sinceridad completa.

- Aún sigues refiriendote a ti mismo como un súbdito.

- Es lo que soy.- Sonrió con suavidad.- Soy un súbdito del emperador y la emperatriz. Antes fui un súbdito incluso de mis padres. Mis gobernantes siempre tendrán mis respetos y admiración.

-......- Se quedó viéndolo.

- ¿Que quería preguntarme?

- Quizás sea incomodo para ti.- Bajó la mirada.- Pero espero que me puedas responder.

- La escucho.

- Bien.- Levantó su mirada a atentos ojos del omega.- ¿Es cierto lo que escuché? ¿Es cierto que le hiciste todo eso a mi hermano?.- Su voz se quebró.

- No sé qué fue aquello que llegó a sus oídos por lo que no podría aceptar la responsabilidad por rumores de otros.- Bajó la mirada.- Pero si le diré que su hermano fue castigado bajo la ley de Liang.- Apretó sus manos en puño.- Y fue un castigo...doloroso. Castigo que aquel que se atreve a ir contra la corona recibe.

- Entiendo.- Las lágrimas en sus ojos corrieron.

- Majestad, créame que lo siento mucho. En ese momento me cegue por el enojo y actué olvidando de quien se trataba.- Cerró sus ojos.- Siento mucho que haya tenido que pasar por esta experiencia amarga.

- Tú...- Tenía la mirada baja y sostenía sus sábanas con fuerza.- Desde que apareciste...la vida que tenía, esa vida feliz y perfecta...cambió.

-......

- Yo fui abandonada...Me convertí en la burla de aquellos quienes ha pesar de que he hecho un buen trabajo como emperatriz y esposa siempre buscaron algún defecto para señalarme. Mi esposo...quien solía mimarme y acurrucarme entre sus brazos dejó de hacerlo...he soportado burlas, críticas y señalamientos.- Levantó su mirada mostrando su rostro empapado.- Ahora incluso perdí a mi hermano, lo torturaste...- Su voz se quebró.- Lo volviste nada...- En un movimiento repentino se aferró a las solapas del omega tirando de él.- ¡Mi vida fue en declive con tu llegada!.- Le gritó al rostro.- Pero ¿Sabes que es lo peor?

Yizhan.Where stories live. Discover now