Convivencia

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- LianHua.- Yibo se encontraba de pie con los brazos extendidos esperando pacientemente a que la emperatriz terminara de acomodar el cinturón de su túnica.- En pocos días se celebrará un gran evento en el palacio.- Sonrió.- ¿Sabes cuál?

- ¿Un evento?.- Levantó su mirada un tanto confundida.- ¿Acaso salté algún detalle?

- Uno muy importante.- Con la punta de sus dos dedos golpeó suavemente la frente de la joven.- Es el cumpleaños de LianHua.

- Ah.- Sonrió.- Cierto.

- ¿Por qué eres tan despistada en cosas que tienen que ver contigo?

- Tengo muchas responsabilidades las cuales son más importantes. El reino, nuestro pueblo tienen necesidades que se deben cumplir.

- Pero eso no quiere decir que tengas que olvidarte de ti misma.- Tomó su mano.- Dime. ¿Que quieres para tu cumpleaños?

- Sabe que no me gustan las cosas ostentosas, mucho menos el alboroto.- Frunció el ceño.

- Lo sé muy bien.- Soltó una carcajada.- Pero sería bueno que tengas un momento de esparcimiento. Eres la emperatriz de Yang y aunque no lo quieras incluso para nuestro reino ese día es motivo para una gran celebración.

- Pues...- Se quedó pensando.- Una fiesta de té.

- ¿Que?.- Sonrió.- ¿Solo eso?

- Si.- Asintió.- Una reunión pequeña y sencilla con mis seres queridos y personas cercanas.

- Bien.- Asintió.- Mi emperatriz quiere una fiesta de té, así que la tendrá.

- Gracias majestad.- Hizo una reverencia.

- Ya es tiempo de irme, la reunión empezará pronto.

- Majestad.

- ¿Si?

- ¿Le gustaría venir a almorzar esta tarde?

- ¿Esta tarde?.- Se sorprendió.

- Si. ¿Tiene algo que hacer?

- De hecho.- Suspiró.- Esta tarde iré con Zhan, le dije que iría a visitarlo.

- Oh.- Sonrió con suavidad.- Entiendo.

- LianHua...

- Está bien su majestad.- Se acercó y dio unos pequeños golpes en el pecho del alfa.- LianHua lo entiende.

- Lo siento.

- No tiene que disculparse.- Tomó su mano.- Espero que tenga un buen día. Por favor no se sobre exija mucho y no haga corajes en la corte.- Sonrió.

- Luego vendré a pasar el rato contigo y nuestro hijo ¿Está bien?

- Lo esperaré.- Asintió.

- Ya me voy.- Se acercó y depositó un beso en su frente.- Tu tampoco te sobre exijas.

Luego de la plática que habían tenido la noche anterior, muchas cosas quedaron claras. En lugar de que aquella noche alfa y omega pasaran una noche de pasión dentro del solitario aposento, dos compañeros entablaron una larga y tranquila charla.

Para LianHua aún era doloroso el hecho de que de alguna manera había perdido a su esposo. Este le había hecho la promesa de no dejarla de lado y le creía pero también sabía que a partir de aquel momento ya nada sería igual.

A pesar del dolor que esto provocaba dentro de ella, se dispuso no sólo a soportar sino a superar. Vivían en una época donde la poligamia era lo más común, un hombre con distintas esposas conviviendo bajo un mismo techo no era motivo de crítica mucho menos señalamientos.

Yizhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora