Yizhan.

Confabulación.

- Mi emperador.- La emperatriz caminó hasta la cama, sostenía una cesta.- Me informaron que no ha querido alimentarse.

- No tengo hambre.- Tenía la mirada puesta en su omega quien yacía sobre la cama.- No puedo pensar en comer en estos momentos.

- Entiendo...- Se sentó en el asiento a su lado.- Pero debe pensar que si se enferma debido a ello, solo será peor.- Tomó la mano del alfa.- Mi querido esposo, usted es el emperador de Yang. No sólo nosotros dependemos de usted, el reino también.- Dirigió su mirada hacia el pelinegro sobre la cama.- También debe de tener presente que si usted se enferma eso le provocaría daño al rey. Sabe que en su estado no es nada favorable pasar por situaciones angustiantes.

- No puedo LianHua.- Su voz se volvió débil.- No puedo concentrarme en nada más cuando Zhan se encuentra sumido en este largo sueño.- Sus ojos se volvieron acuosos.- ¿Cuando despertará? La angustia me está matando.

- El médico dijo que su estado fue debido a la contusión que recibió durante la avalancha. Ya verificó que su estado es estable, que solo se encuentra sumido en un profundo sueño.

- ¿Y si no despierta?.- Su voz se quebró.- ¿Que debo hacer si eso ocurre? Prometí hacerlo feliz, cuidar de él pero ahora está aquí tirado, lastimado y sin la mínima idea de lo que ocurre.

- Él va a despertar.- Tiró del alfa y lo envolvió en sus brazos.- Deje de llenar su mente de miedos, usted no es así.- Lo alejó.- ¿Me permite hablarle de forma informal?

- Nunca te he quitado el derecho de hacerlo.- La vio a los ojos.- Solo tú, mi madre y Zhan son las únicas personas que pueden tratarme como se les plazca.

- Entonces...- Sonrió con suavidad, levantó su mano y con la punta de sus dedos golpeó la frente del alfa.- Quiero que en este momento dejes de ser testarudo y miedoso. Eso no va contigo, levántate de ahí y ven a comer.- Se levantó y tiró de él.- Si quieres estar bien para cuando nuestro rey despierte entonces empieza a cooperar.

- En verdad no tengo apetito.- Se levantó y la siguió.

- Solo intenta comer un poco. LianHua entró esta noche a la cocina luego de mucho tiempo solo para prepararte una rica sopa.- Sonrió.- ¿Piensas despreciarla?

- Lo intentaré.- Suspiró y luego se giró para ver a su omega.- Tienes razón, no puedo debilitarme ahora.- La volvió a ver y luego tomó su mano.- Tengo que cuidar a quienes dependen de mí.

- Buen chico.

Ha transcurrido 1 mes desde que el rey consorte había sido víctima de aquella avalancha. Un mes en que sus ojos se han mantenido cerrados al mundo que lo rodea.

Su cuerpo reposa tranquilamente en los aposentos del emperador. Bajo la orden de este, el omega había sido trasladado hasta allí sólo para poder estar bajo el cuidado de su alfa.

Las leves heridas en su cuerpo han ido sanando, su pierna fracturada poco a poco pieza a restablecerse y su vientre, aunque aún es pequeño, empieza a notarse un poco más abultado.

El rey consorte sin saberlo, aquella vez había marchado al frente de batalla con el fruto de su amor con el emperador de Yang dentro de su vientre. El médico imperial había dictaminado que la criatura dentro del omega se encontraba a punto de cumplir sus cuatro meses de gestación.

Gentilmente el experto le comentó a su emperador que debido a la fisonomía y fortaleza del omega, aquel embarazo habia pasado desapercibido. A diferencia de los otros omegas comunes, Zhan no experimentaba ningún sintoma provocado por el embarazo ya que su estado dominante le daba la fortaleza necesaria para soportarlo.